Pulseada en el Congreso por el control de una comisión clave
Publicado: 27-12-2009
Pelea política antes de receso parlamentario
Es la de seguimiento de los decretos de necesidad y urgencia del Poder Ejecutivo. El oficialismo y la oposición la integran en partes iguales. Y dirimirán este miércoles el control de su presidencia, que tendrá voto doble para los casos de paridad.
El Gobierno intentará quedarse con la presidencia de la comisión bicameral de seguimiento de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), un organismo estratégico que debe pronunciarse sobre la legalidad de los DNU, firmados por la Presidenta. Con mayoría oficialista, esa comisión aprobó todos los decretos emitidos por el matrimonio Kirchner desde 2003.
Por el asunto que trata, esta bicameral, integrada por 16 miembros, ocho de cada Cámara, no debe tomarse vacaciones porque su función es controlar los actos de Gobierno que se llevan adelante mediante el atajo de los DNU, un recurso que en la historia reciente suele utilizarse con frecuencia cuando el Congreso está en receso. Por este motivo es que el presidente del Senado Julio Cobos y su par de la Cámara de Diputados Eduardo Fellner, tras elevar sus propuestas para la conformación, convocaron a reunión constitutiva de la comisión un día inusual, el próximo miércoles, a las 10.
La oposición de ambas Cámaras coincidió en ejercer -con éxito- una fuerte presión para conseguir que el oficialismo se aviniera a designar a sus integrantes. El kirchnerismo advirtió que el Gobierno corría el riesgo de pagar un alto costo político si se demoraba la puesta en funciones de la comisión de seguimiento de los DNU.
Claro que hasta ahí llega la concesión que están dispuestos a hacer los bloques oficialistas. Clarín pudo saber que los senadores y diputados K resistirán la embestida opositora por apoderarse de la presidencia de dicha bicameral.
El titular de Diputados elevó su propuesta no sin resistencias. Apelando a atribuciones que le confiere el reglamento, Fellner impuso una composición en partes iguales -cuatro integrantes del oficialismo y otros cuatro de la oposición- y rechazó la propuesta de los principales bloques de la oposición que exigían tener mayoría. La propuesta de Cobos fue similar a la de Fellner: cuatro senadores oficialistas y otros cuatro opositores.
El oficialismo, como sea, distingue entre la calidad de un bloque y otro. El jefe del bloque de diputados K, Agustín Rossi, que formará parte de la bicameral dijo a este diario: "Nosotros somos ocho contra una oposición heterogénea también de ocho miembros, pero no es lo mismo, no se puede comparar".
En cambio, el diputado radical Ricardo Gil Lavedra que también integrará la bicameral, estimó que "por tratarse de una comisión de control, la presidencia corresponde a la oposición". El oficialismo contrarrestará esta postura remarcando que los bloques opositores en Diputados se quedaron con comisiones de gestión: "nosotros podemos entonces quedarnos con una de control", replicó Rossi.
Ante la paridad de fuerzas, la titularidad de la presidencia se transforma en un asunto clave, ya que para dirimir la validez de un DNU si llega a producirse un empate de ocho contra ocho, le tocará desempatar al presidente de la bicameral.
El apuro de la oposición para poner en marcha la bicameral de DNU se funda en la necesidad de conseguir un pronunciamiento del Congreso sobre el decreto presidencial que crea el Fondo del Bicentenario de 6.569 millones de dólares provenientes de reservas del Banco Central que, según confirmó el ministro de Economía Amado Boudou serán destinados al pago de deuda externa. También está en la mira opositora el DNU N° 1801 que asignó al presupuesto 2009, 24 mil millones de pesos adicionales. Un senador de peso en el oficialismo -que pidió reserva de su nombre- estima que "hay que poner en marcha cuanto antes la bicameral para quitarle argumentos a la oposición". El senador dijo también que "hay cosas que deben hacerse por decreto. O acaso Alfonsín ¿no creó una moneda (el austral) por decreto"?, recordó irónico.
De todos modos, el miércoles -el último día hábil del año- será un día muy especial: en el Salón de Lectura del Senado, donde ocho legisladores oficialistas y ocho de la oposición pugnarán por quedarse con la presidencia de la esta bicameral, que tendrá hasta el próximo 4 de enero (diez días hábiles) para pronunciarse sobre la pertinencia del DNU que echó mano a reservas del Banco Central.
Antecedentes
Además de la comisión bicameral de seguimiento de los DNU se destacan otras dos comisiones que la oposición pelea por controlar:
La Bicameral de la ley de medios, que debe controlar la actuación de la autoridad de aplicación y del nuevo sistema de medios públicos que creó la flamante ley. Con esta bicameral hay polémica porque el oficialismo considera que ya está constituida. En cambio los bloques opositores dicen que esta comisión que se designó el 9 de diciembre caducó el 10 (24 horas después) por la renovación de la mitad de la cámara baja y el tercio del Senado. Esta disputa sigue abierta y el final es incierto.
La oposición prepara otra ofensiva para conseguir el control de la comisión mixta (bicameral) revisora de cuentas que junto con la Auditoría General de la Nación (AGN) son los organismos encargados de controlar y revisar la marcha del Gobierno. La AGN cuyo presidente es el radical Leandro Despouy realizó pronunciamientos críticos contra la administración. En cambio, pese a la importancia, la comisión mixta revisora de cuentas casi no se reunió en el último año.
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