El juez de Instrucción en lo Criminal y Correccional de Primera Nominación, Gustavo Herrera, ordenó hoy la detención del ex intendente santiagueño Julio Fernando Alegre, acusado de una millonaria defraudación con dineros públicos, informaron fuentes judiciales.

Al momento de la detención, el ex jefe comunal se encontraba en los Tribunales de Santiago del Estero, acompañado por sus abogados defensores, el porteño Rafael Cúneo Libarona y el tucumano Juan José Saín.

En la misma resolución judicial, el juez Herrera ordenó la detención de la escribana Cecilia Vittar, de cuyo estudio la policía santiagueña secuestró valiosa documentación, relacionada con la compra de casas y vehículos del ex intendente Alegre. Al dirigente se lo investiga también por los delitos de "defraudación calificada, malversación de caudales públicos, violación de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad y enriquecimiento ilícito".

Alegre se había presentado hoy en los Tribunales de Santiago del Estero para prestar declaración, mientras los integrantes comenzaban a considerar la renuncia presentada el sábado, tras una serie de allanamientos a cinco de sus propiedades, entre ellas un lujoso chalet en la zona residencial de El Zanjón, donde la policía secuestró automóviles, camionetas y cuatriciclos cero kilómetro, además de un equipo de música valuado en 20 mil dólares.

Asimismo, fueron secuestradas alrededor de cinco cajas fuertes, en cuyo interior Alegre guardaba una importante cantidad de dinero entre pesos y moneda extranjera, dos de ellas depositadas en la casa de su chofer, Rubén Díaz, ubicada en el barrio Reconquista de la capital santiagueña. También, se encuentra en poder de la Justicia santiagueña un boleto por la compra de un lujoso chalet en Punta del Este, valuado en 700.000 dólares.

En su nota de renuncia, Alegre, que antes de llegar a la función pública se desempeñó como remisero y que tiene mandato hasta agosto de 2010, argumentó "cuestiones personales" y expresó su decisión de ponerse a disposición del juez Gustavo Herrera.

Tras aceptar su renuncia, el Concejo Deliberante designó hoy en el lugar del intendente al concejal Hugo Infante, que permanecerá en el cargo hasta diciembre del año próximo.

La punta del ovillo

Las investigaciones surgieron tras un escrito judicial presentado por el presidente del Tribunal de Cuentas de la comuna santiagueña, contador Durval Edgar Abdala, que también renunció al cargo tras denunciar "manejo arbitrario e irregular de los fondos públicos".

Durante más de una docena de allanamientos, la policía también encontró facturas por la contratación de limusinas que el intendente utilizaba en sus viajes al exterior, y que pagaba en la mayoría de los casos con extensiones de tarjetas de créditos pertenecientes a empresarios de la construcción.

Hace un mes, la Justicia santiagueña había ordenado la excarcelación bajo fianza de 50.000 pesos del empleado César Alberto Villalba, acusado de integrar un grupo con funcionarios municipales que había cometido una millonaria defraudación en perjuicio de la Municipalidad de Santiago del Estero.

Villalba, beneficiario de un plan social y afectado a la Dirección de Obras Públicas, fue detenido tras cobrar un cheque oficial de 80 mil pesos en una sucursal bancaria local.

En la misma resolución, el juez Herrera había ordenado las detenciones del director de Obras Públicas, Oscar Omar Farías, que sigue prófugo de la Justicia; del empleado municipal Luis Vásquez; y del propietario de una imprenta, Julio Uñates, que figuraban como dueños de una SRL "fantasma" proveedora del municipio santiagueño.

Una de las empresas "truchas" descubiertas tenía domicilio legal en la casa de una familia indigente del barrio 8 de Abril, y facturaba por bienes y servicios que se sospecha no prestaban a la comuna.

Otra de las SRL investigadas realizaba cobros por construcciones viales inexistentes, al igual que ingeniería pública y privada, con domicilio en una imprenta del barrio Libertad de la capital provincial, cuyo propietario también se encuentra prófugo de la Justicia santiagueña.