Publicado: 03-08-2010 

Tucumán.- Desde las privatizaciones de los servicios públicos, en la década del 90, las quejas de los usuarios de los servicios de agua, luz, gas y teléfono van a parar a los entes reguladores. Precisamente, el futuro de los organismos responsables de controlar las prestaciones de EDET y de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) volvió a ser puesto en debate.

Tal como adelantó LA GACETA en su edición del domingo, el Gobierno evalúa la fusión del Ente Provincial de Regulación de la Energía de Tucumán (Epret) y del Ente Regulador del Servicio de Agua y Cloacas de Tucumán (Ersact). La novedad tomó por sorpresa a los responsables de esos organismos, que desde hace nueve años (en el caso del Ersact) y de cinco (en el del Epret) carecen de una estructura de conducción tal como lo fija la ley.

Las normas imponen que esos organismos deben estar liderados por un directorio, cuyos integrantes tienen que ser propuestos por el Poder Ejecutivo, y ratificados por la Legislatura. Pese a eso, el Epret fue intervenido en 2005 (Augusto Contreras) y el Ersact está a cargo de un gerente general (José Erazzú). Ambos entes cuentan con autarquía política y económica y se autofinancian con un ítem que figura en las facturaciones de EDET y de la SAT. El Epret tiene un Presupuesto para este año de $ 21 millones y el Ersact de unos $ 2,7 millones.

Las quejas

Según reconoció su titular, en el Epret prevalecen las denuncias por la falta de entrega a tiempo de las facturas, por la mala atención por parte del personal de Edet y por boletas que contienen niveles de consumo superiores a los normales.

"Se aplicaron sanciones a la concesionaria y están en trámite otras referidas a la calidad del servicio en general, y se mejoró la atención al usuario", reconoció Contreras. El interventor adelantó la trascendente etapa que se viene: en 2011 se debe analizar la totalidad del contrato entre la Provincia y EDET, para lo cual se trabajará en conjunto con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Esa tarea se efectúa cada cinco años, según fija el convenio. "Se reanaliza la totalidad del contrato y se revisa la estructura tarifaria. Se hace una evaluación y se resuelve si corresponde o no hacer modificaciones al contrato", precisó.

Contreras señaló que la gente percibe una mejora en la calidad del servicio de electricidad, y que la empresa cumplió desde 2006 con el plan de inversión previsto ($ 60 millones). "Auditamos las obras que está haciendo la distribuidora y ya estamos abocados a la evaluación del servicio brindado en 2008 y en 2009, para ver si se deben aplicar penalizaciones a la empresa", añadió.

Nueva dinámica

En el caso del Ersact, el ente no sólo debe fiscalizar la tarea de la sociedad estatal que administra el servicio de agua y cloacas, sino también de los municipios y comunas que proveen el servicio mediante cooperativas.

Erazzú cree que, aunque se trate de una empresa del Estado, el control es indispensable. En ese sentido, afirmó que el Ersact es para la SAT lo que el Tribunal de Cuentas para las finanzas públicas. Y recordó cómo fue la transición reestatizadora luego de la ruptura del contrato con Aguas del Aconquija. "Al ser una empresa del Estado hay otra dinámica. El primer desafío fue entender ese cambio. No obstante, una empresa estatal de igual manera necesita un control, porque así se garantiza al usuario la calidad del servicio", dijo.

Los reclamos de los usuarios varían según la época del año (en verano, por la falta de agua; y en invierno, por obstruccioens cloacales), pero la mayoría se centra en la prestación del servicio de cloacas. "De las llamadas que se atienden, el 70% es por cloacas", comparó Erazzú.

Sin una tendencia marcada en el NOA

No existe una tendencia hacia la unificación o la separación de los entes reguladores de servicios públicos. En rigor, de las cinco provincias del Noroeste tres cuentan con un solo organismo fiscalizador y, dos, con estructuras paralelas. Salta, Jujuy Catamarca tienen un ente regulador; Tucumán y Santiago del Estero, supervisan cada prestación por separado.