Durante 2013 la Auditoría General de la Nación (AGN) demoró unos 123 días en promedio para aprobar sus informes de gestión, contando desde el momento en que los técnicos terminaron el trabajo de campo, y pasando por las diversas instancias que debe atravesar el documento (ver aparte), hasta la aprobación definitiva del organismo, y la publicación en el sitio web.

Esta performance representa menos de la mitad de la tardanza media registrada por la institución hace sólo dos años. Es que en el ejercicio 2011, ese lapso había sido 252 días.

Las auditorías de gestión, también llamadas de desempeño, evalúan si una dependencia del Estado administró el dinero público de forma económica -al menor costo-, eficaz -si se logró el resultado esperado-, y eficiente -si la relación entre el costo y el resultado fue la mejor posible-. 

La reducción del tiempo de espera para la aprobación de las auditorías también se da en relación a años anteriores: según viene publicando este mismo medio desde su nacimiento, la demora promedio de 2008 había sido de 236 días; la de 2009, 200 días; y la de 2010, 220 días.

Las excepciones

El año pasado la AGN logró aprobar unos 74 informes, entre los dedicados estrictamente a la gestión y los estudios especiales, como los que se practican semestralmente en la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) a partir de un fallo de la Corte Suprema de Justicia.

De ese total, hubo 19 investigaciones que superaron el promedio de demora de 123 días. Es el caso de un informe que analizó el stock de contingencias originadas en juicios y avales del Sector Público Nacional contadas hasta 2008. El trabajo estuvo terminado en junio de 2010, pero recién se aprobó en diciembre de 2013, con una demora de casi tres años y medio: 1.297 días.

Algo parecido ocurrió con una auditoría sobre el ambiente de control interno y la ejecución presupuestaria de 2007 y el primer semestre de 2008 de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. En este caso, al no disponer con la fecha de emisión del documento, se toma de referencia el momento en que el auditado, es decir, la casa de altos estudios presentó su descargo, que fue en agosto de 2010. Al haber sido aprobado en agosto del año pasado, la demora fue de 933 días

Por debajo de los 500 días de tardanza aparece el informe que analizó las prestaciones oftalmológicas brindadas por el PAMI en 2010. Tras la investigación, el descargo de la obra social llegó a fines de 2011 y su aprobación también se dio en agosto del año pasado, por lo que la espera se prolongó 493 días. 

En el mismo rango aparece el trabajo sobre la gestión 2010 del Ministerio de Salud en el Programa Federal de Salud y Atención a Discapacitados. El informe culminó en a mediados de 2012 y fue aprobado durante el prolífico mes de agosto de 2013, con una demora de 436 días

Otras investigaciones de la AGN oficializadas durante 2013 que superaron el promedio de tardanza fueron el de control de gestión ambiental período 2007-junio de 2011 de la Secretaría de Energía de la Nación, 355 días; el del Programa Prensa y Difusión de los Actos de Gobierno lapso 2007-primer semestre de 2010 (Secretaría de Comunicación Pública), 244 días; el del Proyecto de Funciones Esenciales de Salud Pública (con financiamiento parcial del Banco Interamericano de Reconstrucción y Fomento –BIRF-), 235 días; el del Plan de Manejo del Fuego (Secretaría de Ambiente), 229 días; el de la Evaluación de la Tecnología de la AFIP, también 229 días; el que analizó Acciones para la Promoción y Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes durante 2010 (Ministerio de Desarrollo Social), 212 días; y por último, el de los procesos de generación de información financiera del INTA durante 2010, 208 días. 

Auditorías financieras  

Por otra parte, y como divulgó la semana pasada, durante 2013 la Auditoría General de la Nación aprobó 150 informes financieros (que son los analizan la razonabilidad de la ejecución de los fondos públicos), con un promedio de demora de 60 días.

Al igual que con las auditorías de gestión, la media de tardanza de registrada en 2013 también es menor en relación a años anteriores, ya que el promedio de 2008 fue de 80 días; el de 2009, 114 días; el de 2010, 76 días; y el de 2012 68 días. 

En este caso, uno de cada tres informes (52 sobre 150), superaron el promedio de demora, como el que investigó los estados contables 2008 de EDUCAR SE, que fue emitido a principios de septiembre de 2012, y aprobado a fines del mismo mes, pero de 2013, con una tardanza de 387 días. 

En la franja de los 200 días, aparece el trabajo sobre los estados contables 2010 de COVIARA, emprendimiento que construye casas para miembros de la Armada, que estuvo listo a finales de 2012 y fue aprobado en marzo del año pasado, demorando unos 285 días. 

Otro que tardó fue el dedicado al balance 2008 del PAMI, que estuvo listo en septiembre de 2012 y recibió el visto bueno del Colegio de Auditores –el máximo nivel del organismo de control-, en junio de 2013, con una tardanza de 267 días. Este trabajo de la obra social de los jubilados también merece una mención especial: es que el dictamen de la AGN fue abstención de opinión, una calificación que se viene repitiendo desde 1994.

Volviendo a las demoras, para conocer detalles sobre los estados contables 2011 de la Casa de la Moneda hubo que esperar 202 días; mientras la investigación sobre el balance del mismo año, pero fideicomiso Plan de Terminación de Yacyretá, tardó 182 días. 

La nómina de auditorías que superaron el promedio de demora se completa, entre otros, con el balance 2010 de la Fábrica Argentina de Aviones, 180 días; los estados contables 2011 de la empresa Intercargo, 167 días; el balance de Radio y Televisión Argentina para el mismo ejercicio, 166 días; los estados contables 2012 de AySA, 148 días; y el balance 2008 de la Administración General de Puertos, 148 días.

Un largo camino

Dentro de la AGN, los informes deben pasar por varias oficinas. Una vez que los auditores realizaron su labor de campo, el trabajo es revisado por el Supervisor y el Jefe de Departamento del área que corresponda. Luego, se envía a las Gerencias, que deberán evaluarlo y aprobarlo. Después, el documento es sometido al tratamiento del Cuerpo de Asesores de los Auditores Generales y, si los asesores no hacen ninguna observación, finalmente el Colegio de Auditores lo tratará para su aprobación definitiva, es decir, la emisión de una Resolución del organismo. 

No obstante, existen situaciones ajenas al organismo de control que pueden prolongar aún más estos tiempos, y tienen que ver con las demoras de los entes auditados a la hora de responder, es decir hacer sus descargos, en relación a las observaciones realizadas por los auditores.