Desde el 2016, bajo el programa de Disposición y Reutilización de Tecnologías en Desuso que lleva adelante la Subdirección de Trabajo Penitenciario de la Dirección General de Asistencia y Tratamiento del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), 250 personas privadas de libertad trabajan en las nueve plantas distribuidas en la provincia de Buenos Aires. 

A su vez, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) se comprometió a brindar asesoría técnica sobre el tratamiento y la valorización de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) y sobre la gestión integral de Residuos Sólidos Urbanos en las distintas Unidades del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Según la Asociación GSMA y el BID, Argentina ocupa el tercer puesto en la generación de desechos electrónicos con casi 500 kilotoneladas por año.

Todos los aparatos eléctricos y electrónicos que llegan al final de su vida útil se convierten en RAEE. Las computadoras, impresoras, fax, teléfonos celulares, electrodomésticos, equipos de audio, televisores, son tipos de residuos que se encuentran habitualmente en las viviendas. En esta línea, según un informe de la Asociación GSMA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), publicado en junio de 2018, Argentina ocupa el tercer puesto de la región en la generación de desechos electrónicos con casi 500 kilotoneladas por año. 

A su vez, los RAEE contienen sustancias químicas tóxicas y metales pesados como mercurio, cadmio, berilio, selenio y plomo que deben ser tratados de forma adecuada. Sin embargo, se pueden recuperar casi en su totalidad los materiales valiosos, como por ejemplo el oro, cobre, plata, níquel y platino. También es posible reciclar el plástico y el aluminio de estos residuos.

El Auditor.info dialogó con Claudio Fittipaldi, director del Programa DRTD, sobre el trabajo que se realiza en los distintos penales bonaerenses. El funcionario desarrolló y enumeró las actividades que hacen las personas privadas de su libertad en las cárceles

En primer lugar, las Plantas de Disposición y Reutilización de RAEE de las prisiones reciben los artefactos que se desmantelan y procesan. Para realizar este trabajo, lo internos reciben capacitaciones periódicas en materia de manipulación y desarme de esta clase de residuos. En relación a la seguridad e higiene se utilizan herramientas manuales (pinzas, alicates, destornilladores, etc.) y elementos de protección personal, como gafas, cascos guantes, pecheras.

Continuando con el proceso, el responsable del programa comentó que el cobre, aluminio, bronce, plástico, chatarra, cables y plaquetas, se agrupan según el pedido del comprador conformando lotes de venta para su comercialización. 

“Las personas que trabajan en estas plantas lo hacen en dos turnos de cuatro horas de lunes a viernes. Aproximadamente son ocho horas, con un receso de una hora para el almuerzo, en total son 20 días al mes”, desarrolló Fittipaldi.

Los RAEE que reciben los penales provienen, en su gran mayoría, de empresas, bancos, correos y oficinas públicas de la Provincia de Buenos Aires.

Con respecto a los RAEE que reciben los penales, el funcionario remarcó que los residuos provienen, en su gran mayoría, de empresas, bancos, correos y oficinas públicas (ANSES, AFIP, ARBA) de la Provincia de Buenos Aires. “Estos desechos electrónicos son transportados en camiones y cuando se los descarga son clasificados por tipo y volumen para un mayor orden”, agregó el empleado público. 

Además del trabajo manual, el programa posee dos plantas con maquinarias pesadas: una compactadora que encoge grandes volúmenes de chatarra o materiales ferrosos y un aparato reductor de plásticos. Fittipaldi aclaró que estos trabajos aún no se realizan en penitenciarias de mujeres, pero que “es una posibilidad que se está evaluando”.

Reinserción laboral

En el marco del programa de inclusión social Más Trabajo, Menos Reincidencia que coordina el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia a través de la Dirección Provincial de Política de Inclusión y la Dirección General de Asistencia y Tratamiento, se ve favorecida la creación de más espacios de formación, trabajo y capacitación dentro de las plantas de tratamiento de residuos electrónicos y sólidos.

“El objetivo es generar herramientas para que estas personas cuando accedan a su libertad puedan revincularse con el mercado laboral y lograr la reinserción en la comunidad”, subrayó el funcionario. A su vez, los talleres contribuyen a mitigar el daño que producen los RAEE en el ambiente si no son tratados adecuadamente. 

A futuro, el organismo gubernamental pretende alcanzar una óptima articulación entre los talleres productivos y los actores externos (cooperativas, pymes y grandes empresas). “Mediante convenios se pretende que las personas privadas de su libertad ocupen puestos de trabajo genuinos y estables”, expuso el empleado del SPB.

Para finalizar, Fittipaldi proyecta la creación de tres plantas más. “Esto permitirá un crecimiento del 25 % de los trabajadores en las penitenciarías y, de esta manera, triplicar el servicio que se ofrece a la comunidad”.