Teletrabajo: ¿se cumplen las leyes laborales?
De acuerdo a un informe de la OIT, cerca de 560 millones de personas en el mundo trabajaron desde su casa durante 2020. El documento detalla la falta de seguridad en el trabajo, la nula representación sindical y los límites entre lo profesional y personal.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó un informe sobre el teletrabajo y las problemáticas a las que se enfrentan los trabajadores por la falta de normas y/o regulaciones. En 2019, había 260 millones de personas que trabajaban desde sus casas en el mundo, el 7,9 % del empleo total. La pandemia de COVID-19 revirtió este patrón. El organismo estimó que, en 2020, cerca de 560 millones de personas cumplieron sus jornadas laborales desde sus domicilios durante el pico de la pandemia.
En 2020, cerca de 560 millones de personas trabajaban desde su casa, según la OIT.
“El hogar como lugar de trabajo rara vez se tiene en cuenta en el diseño de las instituciones que rigen el mercado de trabajo. El repentino aumento del trabajo a domicilio ha traído consigo la necesidad apremiante de valorar sus implicaciones, tanto para los trabajadores como para los empleadores”, mencionó el documento internacional.
El teletrabajo refiere a los trabajadores asalariados que utilizan las tecnologías de la información y la comunicación para realizar su trabajo a distancia. De conformidad con el Convenio 177, se limita a los teletrabajadores que trabajan desde sus casas (o en otro lugar de su elección) de manera regular o permanente.
Disparidad de género
La labor remota es llevada a cabo, en gran parte, por trabajadoras. Según estimaciones de la OIT, 147 millones de mujeres y 113 millones de hombres componían el mundo laboral a distancia en 2019. La propensión de las mujeres a trabajar desde el hogar (11,5%) es mucho mayor que la de los hombres (5,6%).
Para muchas mujeres el trabajo a domicilio es el único acceso al mercado laboral.
"Las mujeres de todo el mundo siguen soportando la carga de cuidados no remunerados y algunas recurren al trabajo remoto en su hogar como forma de combinar las responsabilidades domésticas con las oportunidades de obtener ingresos remunerados, aunque a menudo ello se traduzca en una prolongación de la jornada laboral", afirmó el nuevo informe.
En algunos países, las mujeres tienen que enfrentar ciertas normas sociales que les impiden trabajar fuera del hogar y el trabajo a domicilio es su único acceso al mercado laboral.
Desventajas del trabajo remoto
La flexibilidad horaria que presenta el trabajo a distancia suele ser considerada una ventaja en favor del tiempo destinado a responsabilidades domésticas y familiares. Sin embargo, puede desdibujar la frontera entre la vida profesional y la personal.
Otro punto del documento de la OIT refiere a la seguridad en el trabajo. La responsabilidad de crear un ambiente laboral seguro en el domicilio del trabajador recae sobre el empleador. Los teletrabajadores también pueden estar expuestos a riesgos físicos, a causa de la falta de una buena ergonomía en su ambiente de trabajo, la posible intensificación de la carga de trabajo y las horas excesivas de trabajo. Todos estos factores conllevan mayores riesgos en materia de seguridad y salud para los trabadores basados en el domicilio.
La representación sindical es otro obstáculo que se enfrentan los teletrabajadores. Según la OIT, carecen de la posibilidad de crear o afiliarse a un gremio. Por otro lado, no siempre están cubiertos por convenios colectivos. La falta de delegados les impide acceder a otros derechos en el trabajo.
El derecho de afiliarse a un sindicato y de negociar colectivamente es un derecho fundamental en el trabajo. Todos los trabajadores, independientemente de donde trabajen, deberían poder ejercer este derecho.