ANSES: superávit financiero y caída de las jubilaciones
Durante los primeros nueve meses del año, la Administración Nacional de la Seguridad Social consolidó un superávit del 0,44% del PBI en un contexto recesivo y con baja de los haberes previsionales.
Durante los primeros nueve meses de 2024, la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) alcanzó un superávit financiero acumulado de $4.7 billones. Esto significa que los ingresos, que son los recursos destinados prácticamente al pago de jubilaciones y pensiones de la seguridad social, fueron superiores a los egresos.
En lo que va del año, los recursos han superado mes a mes a los gastos. Entre enero y septiembre de 2024, el organismo recaudó $32.112.157 millones, provenientes en su mayoría de aportes y contribuciones. Mientras que los gastos del organismo alcanzaron los $27.404.215 millones en el mismo período, de los cuales $19.739.239 corresponden al pago de los beneficios de seguridad social otorgados directamente a millones de personas.
El resultado financiero positivo muestra la orientación de la gestión actual de gobierno sobre la ANSES al no asignar parte de este superávit ni al refuerzo ni a la recomposición de las jubilaciones. Por el contrario, las distintas medidas implementadas desde el Poder Ejecutivo, como la suspensión de las transferencias a las nueve cajas previsionales provinciales y el veto a la ley de movilidad jubilatoria, profundizaron aún más la erosión del poder adquisitivo real de las jubilaciones, proceso que se viene desarrollando desde los últimos 15 años.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la deuda acumulada a julio de este año con las nueve cajas provinciales por parte de Nación asciende a 703.353 millones de pesos, equivalente al 0,13% del PBI.
La deuda acumulada a julio de este año con las nueve cajas provinciales por parte de Nación asciende a 703.353 millones de pesos, equivalente a 0,13% del PBI.
Otro dato relevante que surge del análisis de la OPC está vinculado con el impacto fiscal que hubiera significado la aplicación de la Ley de Movilidad posteriormente vetada. De acuerdo al estudio, el gasto adicional en jubilaciones y pensiones del impacto pleno de la ley vetada hubiera sido del 0,44% del PBI, lo que equivale a un monto aproximado al ahorro actualmente vigente en las cuentas financieras de ANSES.
¿Un sacrificio excesivo?
La necesidad de evitar el deterioro fiscal de las cuentas nacionales es el argumento que sostiene y explica el superávit de ANSES. Este resultado financiero positivo se debe en parte a la restricción de cualquier política que contemple un proceso de recomposición y recuperación de los haberes. Sin embargo, el esfuerzo por ordenar las cuentas públicas parece haber sido mayor al necesario, tal como lo demuestran los números de la ANSES.
Este superávit se alcanzó en un contexto de recesión económica, lo cual afecta tanto a los haberes otorgados desde ANSES como a los ingresos del organismo de la seguridad social a las cajas previsionales provinciales y a las asignaciones familiares.
En lo que va del 2024, hay una confirmación de la tendencia decreciente de las jubilaciones abonadas por el gobierno nacional. Precisamente, en agosto de 2024, el gobierno abonó una jubilación mínima sin bonos de $227 mil y $313 mil con bonos. Y en el mes de febrero último, se liquidó el haber mínimo más bajo de los últimos 15 años, que fue de $152.900 a valores constantes de agosto 2024.
El mecanismo vigente de movilidad establecido por el DNU 274/2024 determina que la actualización del haber jubilatorio mínimo se realice únicamente en función de la inflación pasada. Este enfoque tiene como consecuencia la estabilización del haber en términos reales, manteniéndolo en mínimos históricos y dejando de lado la posibilidad de mejora del poder adquisitivo.
La política previsional actualmente vigente tiene un efecto concreto más allá de su aporte al equilibrio fiscal de las cuentas nacionales: consolidar la caída real y fijar un piso histórico en el poder de compra de los haberes previsionales. Esta situación no desentona respecto a un proceso de deterioro de los ingresos previsionales que viene desarrollándose durante los últimos 15 años. La tendencia a la baja de las jubilaciones, acelerada en los últimos nueve meses, expresa una caída de en torno al 34% de las jubilaciones promedio liquidadas por las últimas cinco gestiones del gobierno nacional.
Para conocer más sobre el tema, se pueden consultar los informes técnicos y ciudadanos realizados por Fundación Éforo y disponibles en su sitio web.