Publicado: 12-08-2011 
  
Santa Fe.- El contenido de arsénico del agua que se suministra en esta ciudad es seis veces más alto que lo permitido por el Código Alimentario Argentino (CAA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). A esta grave conclusión llegó un estudio realzado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti), cuyo informe técnico acaba de ser difundido en esta ciudad.

Las preocupantes conclusiones del trabajo se leyeron luego de una charla brindada por la toxicóloga Cecilia Travella sobre "Hidroarsenicismo crónico regional endémico" (Hacre) en el auditorio Santa Cecilia, donde la Asociación de Lucha contra el Cáncer de Cañada de Gómez (Alcec) conmemoró sus 50 años de existencia.

El estudio señaló que la concentración de arsénico) supera 6 veces la exigida por el CAA, pero aclara que actualmente el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress) está otorgando plazos para que cada prestador del servicio se adapte a la legislación vigente.

"Hay muchos tipos de cáncer cutáneo y extra cutáneo ocasionados por el consumo de arsénico durante muchos años y la manera de prevenir esas enfermedades es bajando ese consumo. Estoy sorprendida por los análisis hechos en el agua de Cañada de Gómez. Frente a este dato recomiendo no ingerirla y tampoco utilizarla para cocinar alimentos", dijo Tavella.

La especialista dio un pormenorizado informe sobre una enfermedad llamada Hacre, causada por el consumo permanente de arsénico y dio ejemplos de los tipos de cáncer que ocasiona. Explicó que los síntomas son "inespecíficos", y empiezan por lo general con cuadros de anemia y decaimiento.

"Pasa que cuando el paciente consulta ya se observan las lesiones en la piel. Cuando aparece el cáncer de piel ya no hay solución, pero eso se apela a prevenir cambiando la calidad del agua. Con estos valores, no debemos tomar el agua de Cañada", insistió la profesional.

Algunos de los asistentes propusieron "dejar de pagar la factura de Aguas Santafesinas (Assa" hasta tanto se hagan los trabajos correspondientes a la planta de ósmosis inversa", una inversión anunciada que comprende la instalación de 2 módulos, pero sumamente demorada.

La intendenta cañadense, Stella Clérici, prefirió ingresar en una etapa de diálogo con las autoridades de Aguas Santafesinas (Assa), al tiempo que no descartó llevar adelante una presentación judicial "para que se agilicen las obras que demanda una buena calidad de agua para todos".

Qué es el Hacre. El Hacre, enfermedad propia de zonas con alta concentración de arsénico en el agua, originalmente se llamó "enfermedad de Bell Ville" por la ciudad cordobesa donde se estudiaron los primeros casos en el país.

Se registra en Buenos Aires, Salta, Santiago del Estero, Santa Fe, La Pampa y Córdoba.


Cañada de Gómez contará con una planta potabilizadora mediante el método de ósmosis inversa con el fin de reducir el tenor salino del agua que se distribuye a la población.

La inversión total estimada del sistema, entre planta y obras complementarias, es superior a los ocho millones de pesos.

Actualmente Assa está aguardando que el municipio defina la traza propuesta de una cañería de desagüe que formará parte del sistema, para comenzar el proceso de licitación de las obras complementarias de la planta.

El proyecto prevé incorporar 2 nuevos módulos con tecnología de desalinización por ósmosis inversa, permitiendo el procesamiento de 50 metros cúbicos/hora extras de agua cada uno.

La nueva planta permitirá optimizar la calidad del servicio que se brinda a los cañadenses, al sumarse agua filtrada (con nivel salino reducido) a la que se extrae de los pozos, efectuándose la mezcla en la nueva cisterna con que cuenta el sistema desde el 2008.

Los módulos de potabilización fueron construidos por la empresa Grupo de Asistencia Técnica SRL a un costo de 1.633.194 pesos. Hasta tanto se comiencen a construir las obras complementarias necesarias en la actual planta de Cañada, Assa tendrá acopiados los módulos de ósmosis en la misma ciudad, para lo cual se está buscando un galpón de las dimensiones y características adecuadas.

Las obras complementarias a licitar una vez definida la traza de la cañería de desagüe, incluyen la provisión y el montaje de prefiltración, sistemas de elevación de presiones y filtrados por membranas, equipamientos para efectuar las necesarias vinculaciones con instalaciones existentes, sistemas de fuerza motriz, control y monitoreo, incluyendo las debidas configuraciones para automatismos.

La cañería de desagüe de 3.200 metros de extensión conducirá el agua residual del proceso hasta la planta depuradora de líquidos cloacales de Assa. La inversión total estimada para las obras complementarias asciende a 6.400.000 pesos.

Distribución de agua. La planta potabilizadora se sumará al nuevo sistema de distribución de agua potable que Assa puso en funcionamiento a fines del 2008, obra que significó un gran avance en la prestación del servicio para la totalidad de la población abastecida de Cañada, con una inversión de 4.300.000 pesos, entre cisterna y acueducto.

Dos años atrás, la puesta en marcha de este sistema implicó un cambio en el sentido de distribución del agua en las redes de cañería de la ciudad. La cisterna permitió quintuplicar la capacidad de reserva de agua potable de la ciudad y también mejorar la calidad del agua ya que se produce la mezcla del caudal proveniente de los distintos pozo ubicados en áreas rurales y su correspondiente cloración para asegurar así la desinfección del agua.

La respuesta de la firma Aguas Santafesinas S.A., no se hizo esperar. Su presidente, Alberto Daniele, negó que el agua que suministra la firma en la ciudad "no sea apta para el consumo humano", e insistió con que la población la ingiera con tranquilidad.

Explicó además el funcionario que el agua de napa es naturalmente limpia porque al ingresar a la zona de los acuíferos se filtra por las diferentes capas que componen el suelo. Assa la desinfecta con el agregado de cloro, al tiempo que controla sus características físicas y químicas.

"Nuestro parámetro hoy es de 0,05 miligramo por cada litro (la OMS indica 0,01 como máximo), y nuestra misión es bajarlo cuanto antes en la medida de nuestras posibilidades. Pero insistimos en que el agua es potable", resaltó Daniele ayer en Cañada de Gómez.

El funcionario reconoció que la instalación de los dos módulos de la planta de ósmosis inversa está demorada, pero adjudicó ese problema a que "se está debatiendo con la Municipalidad dónde conducir el descarte, además de la necesidad de la adqusición de un inmueble para "guardar los equipos".