La Organización Internacional del Trabajo (OIT) realizó su Cumbre Mundial con más de veinte referentes de países de América Latina con el propósito de disertar sobre el futuro de la región. El ministro de Trabajo argentino, Claudio Moroni, fue contundente al hablar sobre la situación actual: “El virus nos pegó la desigualdad en la frente y si no la resolvemos vamos a tener severos problemas para diseñar herramientas y atender a la población".

Moroni le contó a los demás funcionarios que Argentina ya cuenta con media sanción la ley de Teletrabajo. “Lo que busca es la igualdad de los trabajadores, la voluntariedad para realizar esta labor, la reversibilidad”, indicó y aclaró que “el detalle de cómo terminará funcionando queda en manos de los convenios colectivos, es decir, la negociación será la norma”.

“En materia económica la pandemia nos golpeó”, confesó el Ministro. Según explicó, el gobierno estima una caída del 2,4% del empleo privado en el primer trimestre de este año y una similar para el segundo. “Esto se produjo por una severa contracción en la generación de nuevos empleos y tampoco hubo renovación de contratos temporarios”, argumentó. 

Entre los disertantes estuvo presente Guy Ryder, director General de la OIT, quien manifestó que “el coronavirus dejó en evidencia la extrema vulnerabilidad en la que se encuentran muchos trabajadores”. El funcionario opinó que el COVID-19 puso de manifiesto las desigualdades que hoy “dejan a miles de millones de personas y sus familias en la nada”.

“Muchos países se encuentran todavía en las profundidades de la pandemia y miran con preocupación lo que puede pasar en el futuro”, detalló Ryder y concluyó: “Es importante que nos escuchemos y aprendamos unos de otros de manera que podamos ponernos de acuerdo en el camino de la recuperación”.

Nuevos datos

Además del evento, la OIT lanzó su quinto informe sobre el trabajo y el Covid, con estadísticas actualizadas sobre la situación global. Uno de los puntos más preocupantes es que la Organización considera a la pandemia agudizó un fenómeno de retracción social en materia de igualdad de género, ya que, 510 millones de mujeres realizan labores en sectores muy afectados. Sectorizado, en América Central, casi el 60% de las mujeres están en esta situación. 

Vinculado directamente con esto, en el mundo se estima que hay 55 millones de trabajadores y trabajadoras domésticas cuyas labores corren riesgo. De esta cifra, 33 millones son mujeres. Por su parte, el 70% de los puestos de trabajo en el rubro “sanitario y asistencia social”, que también peligran, son realizados por mujeres.

Según el informe, “cuando las mujeres pierden su empleo aumenta su carga de trabajo no remunerado de prestación de servicios”. Además, “cuando no hay empleo suficiente, con frecuencia se les niega las oportunidades de trabajo que se ofrecen a los hombres”.