Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) demostró que, en materia previsional, las brechas de género aparecen incluso desde el momento en que hombres y mujeres están en actividad, y que las diferencias se acentúan aun más cuando llega el retiro.

Etapa laboral

El relevamiento, del que este medio ya dio cuenta, reveló que la mayor cantidad de aportantes al sistema se concentra entre los 26 y 45 años. La edad promedio "ronda los 41 años”. 

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Sin embargo, se advierte una “leve tendencia de los hombres” a comenzar a aportar un poco antes que las mujeres.  Según la OPC, “esta situación podría explicarse en parte por la informalidad laboral” de ellas, que “suele afectar mayoritariamente en edades tempranas”. 

Asimismo, el área parlamentaria destacó que la remuneración media mensual de los hombres en relación de dependencia -que aportan a los regímenes de la ANSES- es de $ 56.463, mientras que las mujeres perciben $ 49.854, es decir, un 13% menos

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Para contextualizar su hallazgo, la Oficina comparó los ingresos de los activos con el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), que en octubre de 2019 ascendía a $ 16.875, y comprobó que “el 15,4% de los varones y el 19,7% de las mujeres perciben salarios iguales o inferiores a un SMVM”.

Por otra parte, el informe detalló que de los casi 9,8 millones de aportantes a los regímenes administrados por la ANSES, unos 5,6 millones son hombres, lo que equivale al 59,3% del total. 

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“Ese promedio varía sustancialmente según el régimen que se trate”, aclara el texto, ya que en el rubro casas particulares, por ejemplo, “la participación femenina es el 97,3%”.

Más allá de esto, una particularidad que marcó la OPC es que “las proporciones de participación femenina y masculina se invierten al momento de analizar los beneficios”. Es decir, que de los 6,8 millones de haberes que se pagan, 67,6% lo cobran mujeres (4.638.668), y el 32,4% restante es percibido por varones (2.225.985). 

Dicho de otra manera, hay más aportantes hombres pero más beneficiarias mujeres.

Esta “preponderancia de las mujeres”, a palabras del informe, “surge como resultado de la aplicación de moratorias previsionales, lo que permitió que esa parte de la población en edad activa, que se encontraba en informalidad laboral, acceda al beneficio jubilatorio”.

Es que, para la Oficina del Congreso, “la diferente dedicación horaria al trabajo remunerado y no remunerado (al interior del hogar) entre varones y mujeres, cuya raíz persiste en la actualidad, es uno de los principales motivos que explica la inserción diferencial de las mujeres en el mercado de trabajo”.

Para más datos, el informe especifica que seis de cada 10 jubiladas, casi 2,7 millones, se retiraron mediante moratorias

Momento del retiro

El informe también mostró que “la edad promedio de jubilación oscila alrededor de los 73 años” y que “entre los varones, la mayor cantidad de beneficios se concentra entre los 68 y los 73 años”, mientras que en las mujeres ese rango va de los 63 a los 71 años.

“En general -amplía el texto- las personas acceden a la jubilación en edades posteriores a las teóricas, ya que suelen continuar trabajando para completar los años de aportes faltantes o para obtener una mejor cálculo del beneficio”.

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Y en esta instancia también aparece la brecha de género. Dice la OPC que “el haber medio de todos los regímenes fue, a marzo de este año, de $ 24.430”.

Sin embargo, cuando los hombres cobran en promedio $ 29.286, las mujeres perciben $ 22.100, lo que equivale a un 33% menos.

Además, se confirmó que el 69,2% de las jubiladas de la ANSES cobran haberes iguales o menores a la mínima; un monto que, en marzo de 2020, ascendía a $ 15.891,50. En el caso de los hombres, esa proporción llega al 50,9%.