El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, presentó ante la Cámara de Diputados un proyecto de ley para derogar normas que aún figuran como vigentes y fueron creadas en contextos históricos que ya no se corresponden con la realidad actual. La propuesta abre un debate sobre la necesidad de actualización del sistema legislativo argentino.

La llamada Ley Hojarasca, enviada al Congreso en octubre de 2024, propone eliminar 63 leyes que perdieron relevancia debido a cambios tecnológicos, sociales y a la sanción de nuevas normativas. Entre estas leyes figuran regulaciones sobre enfermedades erradicadas, el uso de microfilmación en archivos y la obligación de portar un carné de mochilero, entre otras que han quedado sin aplicación.

El abogado constitucionalista Félix Lonigro detalló los alcances y las razones que sustentan este proyecto en el programa Todas las Cosas que se emite por Radio Sí. Durante la charla, Lonigro comparó la iniciativa con una limpieza de oficina: "Hay leyes que ya no tienen sentido pero que siguen existiendo. Es como cuando uno hace una limpieza en su casa o en su oficina: cada tanto hay que tirar cosas viejas que ya no sirven", señaló.

El Congreso de la Nación sancionó más de 27.000 leyes a lo largo de su historia, muchas de las cuales quedaron desactualizadas. Lonigro citó ejemplos como la Ley Sáenz Peña, que estableció el voto universal, secreto y obligatorio, pero que ya no es necesaria porque hoy está contemplada en la Constitución. Otro caso paradigmático es una ley de 1864 que prohíbe los azotes a individuos, algo que ya fue contemplado en la Constitución de 1853. Si bien estas normas no se aplican en la actualidad, su presencia en el marco legal puede generar problemas potenciales si alguien decide invocarlas.

Una de las preguntas que surgió durante la entrevista fue por qué estas normativas no se eliminan automáticamente. Según Lonigro, "el hecho de que una ley sea vieja no significa que haya perdido vigencia". Si una norma no es derogada explícitamente, permanece en el sistema legal y puede ser utilizada, aunque resulte obsoleta. En ese eje, el constitucionalista explicó que "algunas de estas leyes incluso podrían ser utilizadas de manera indebida", lo que llevaría a cuestionamientos sobre su constitucionalidad.

Actualización de normativas

El proyecto de la Ley Hojarasca no solo propone la eliminación de leyes que quedaron desactualizadas, sino también que modifica algunas normas para adaptarlas a la realidad actual. Lonigro mencionó que el debate sobre este tipo de cambios es importante para evitar que las leyes caigan en el absurdo, como sucede con aquellas que fijan montos de sanciones que rápidamente quedan desactualizados: "El legislador argentino parece pensar que vive en Suiza, porque fija montos que a los dos meses ya están desactualizados", ironizó.

Además, durante la charla se discutieron ejemplos de leyes recientes que también están en la mira, como una sancionada en 2015 sobre la Federación Colombófila Argentina y las palomas mensajeras, que a pesar de su corta vida, perdió relevancia en un mundo digitalizado. Lonigro también hizo referencia a la gran cantidad de leyes simbólicas que se sancionan por acuerdos políticos entre legisladores, como la declaración del Día de la Milanesa de Interés Nacional.

Actualmente, el proyecto de ley se está debatiendo en comisiones y, de ser aprobado, avanzará a su tratamiento en la Cámara de Diputados. "Lo que es evidente es que el sistema legal, al igual que cualquier estructura institucional, necesita ser actualizado periódicamente para seguir siendo funcional y reflejar la realidad social", concluyó el abogado constitucionalista.

Proyecto Hojarasca