La provincia de Catamarca se encuentra, junto a Salta y Jujuy, dentro de lo que se conoce como el Triángulo del Litio. Desde la década del 80, la presencia de este mineral fue tomando relevancia en la economía, sin embargo los mecanismos de fiscalización ambiental y de transparencia no han crecido al ritmo de la minería. ¿Qué falta para mejorar la transparencia y el control de la extracción de litio en Catamarca? Desde El Auditor.info dialogamos con el diputado nacional Ruben Manzi. 

“La provincia dentro de ese gran Triángulo (que conforman Bolivia, Chile y Argentina) tiene cerca de un 25% de la reserva. La potencialidad es enorme, pero tiene sus problemas”, comentó Manzi. El litio se extrae en salares a partir de la salmuera y en este proceso se utilizan millones de litros de agua. “La Puna catamarqueña tiene ríos endorreicos, ríos chicos y que es fácil romperles el equilibro. Tenemos el caso del Río Trapiche que como consecuencia de esta actividad se secó y la empresa responsable, Liven, está reponiendo la flora que se perdió”, comentó Manzi. 

“El cuidado del ambiente requiere mayores controles y transparencia del manejo ambiental que haga la minera. Necesitamos información al respecto que sea confiable y accesible porque el ciudadano tiene que tomar decisiones con respecto a la minería de forma directa o indirecta. Además deben cumplirse los protocolos para las audiencias públicas para que las personas interesadas puedan intervenir en el control ciudadano”, agregó el diputado.

Arroyo Los Patos, afectado por la extracción de litio.

Control económico y transparencia 

No solo falta control en materia ambiental, también en los rendimientos económicos de esta actividad extractiva. “Hay poca transparencia en este sentido, en lo que deja la minería y en cómo se usa ese dinero. No es solamente cuánto deja, sino en qué se gasta”, señaló Manzi y expresó que en ocasiones anteriores los rendimientos de la minera Alumbrera fueron usados para gastos corrientes y, entre otras cosas, la construcción de un estadio de fútbol. 

“Lo que deja la minería, que es una actividad extractiva y que se agota, debería ser dirigida a proyectos de largo alcance que sean sustentables porque si no nosotros no vamos a responder a la responsabilidad transgeneracional que tenemos. Si esta generación se gasta lo que deja la actividad, no le queda nada a las futuras generaciones y le dejamos los huecos que la minería genera”, reflexionó. 

En esta línea, Manzi propone pensar inversiones destinadas a cuidar el ambiente, recuperar la flora, preservar el agua, aumentar las hectáreas cultivables, para intentar parar la desertificación y promover las energías renovables. “Al pie de la cordillera nos sobra el sol y el viento, podríamos estar utilizándolos para generar energías no contaminantes”, remarcó. 

Normas internacionales de transparencia

En 2019, Argentina adhirió a la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (“EITI”, por sus siglas en inglés), un estándar global para mejorar la rendición de cuentas en el sector minero, petrolero y gasífero. El objetivo es promover la publicación periódica y estandarizada de información. En nuestro país, las provincias son quienes tienen el dominio de sus recursos naturales, por esta razón desde el Ministerio de Economía se comprometieron en invitarlas a adherir, pero hasta el momento y cuatro años después, solo se sumaron Catamarca, Salta, Santa Cruz y San Juan a principios de este año.

Fideicomisos, regalías y ganancias 

A la hora de hablar de las ganancias y regalías que deja la minería, llega la confusión y la falta de claridad. En Catamarca, las mineras dejan el 3% de lo que exportan, que llegan a un fideicomiso del Estado provincial destinado a juntar este dinero para que sea utilizado en un plan de desarrollo productivo. “Este plan hoy no existe y hay gastos ocasionales que tienen que ver con la presión de algún sector político del momento, de algún intendente o en algo que se necesita. De nuevo: no estamos gastando los recursos de forma transparente ni pensando en la obligación transgeneracional que tenemos”, insistió Manzi. 

El esta no es la única entrada de dinero al Estado provincial desde el sector minero. “El mayor aporte que hacen las empresas mineras lo hacen a través del Impuesto a las Ganancias, que es nacional y va a la coparticipación. Y por otro lado, están las ganancias de las empresas en las que Catamarca es socia y de las empresas estatales como CAMYEN S.E. que es dueña de algunos yacimientos”, explicó el diputado. 

Catamarca es absolutamente opaca con el dinero que está dejando la minería”, denunció Manzi, quien realizó varios pedidos de acceso a la información al respecto en la provincia y no fueron contestados. “No solo hay que controlar a las empresas, sino que también hay que controlar a quienes administran el Estado, quienes terminan siendo muchas veces, en términos económicos, más peligrosos que los privados. Necesitamos mecanismos de control eficientes”, relfexionó. 

Para Manzi, con las normas EITI, el panorama puede mejorar al ser un compromiso internacional. Pero sigue siendo fundamental avanzar en normativas que brinden más transparencia y control en los fideicomisos. “Hay que generar controles técnicos independientes de la política, profesionales con estabilidad que puedan ejercer control y crear a nivel nacional una agencia de arbitraje para los conflictos económicos y otra agencia de mediación para los conflictos ambientales”, finalizó.