OIT: crecimiento, oportunidades y problemáticas de las plataformas digitales
La Organización Internacional del Trabajo presentó un informe centrado en las plataformas digitales. Apunta a la necesidad de políticas coherentes, coordinadas, y la oferta de trabajo decente.
La pandemia del COVID-19 provocó un aumento de las modalidades de trabajo a distancia y, en consecuencia, un incremento de las plataformas digitales de trabajo que, si bien abren oportunidades que antes no existían, en algunos casos, entran en conflicto aspectos vinculados a las condiciones de trabajo, remuneración y duración de las jornadas.
Según el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo 2021, las plataformas digitales de trabajo se han multiplicado por cinco en los últimos diez años. El número de plataformas en línea basadas en la web y en la ubicación (servicios de taxi y de reparto) aumentó de 142 en 2010 a más de 777 en 2020.
La información expuesta en el documento deriva de conclusiones de encuestas realizadas por la OIT a unos 12.000 trabajadores autónomos y en relación directa con las plataformas de 100 países de todo el mundo. También se apoya en entrevistas efectuadas a empresas, plataformas y asociaciones de trabajadores digitales. Además de un análisis de contratos y experiencias de usuarios y clientes de estos sitios.
Hay dos tipos de plataformas digitales, las web donde los trabajadores realizan sus tareas en línea y de modo remoto y las basadas en la localización donde se ejecuta la labor en una ubicación geográfica determinada.
La OIT adjudica características particulares al modelo comercial de estas herramientas digitales. Por un lado, destaca que el éxito de estos sistemas reside en el efecto de red: atraer a un número suficiente de clientes y trabajadores a fin de facilitar las actividades y favorecer el crecimiento. También pone en valor el análisis de datos que realizan constantemente, transformando la actividad económica a niveles que superan la capacidad de las empresas tradicionales; y el uso de algoritmos para poner en contacto los trabajadores con los clientes y los usuarios.
La distribución de los costos y beneficios de las plataformas digitales en el mundo es muy desigual. El 96% de las inversiones se concentran en Asia, América del Norte y Europa. Además, Estados Unidos y China obtienen el 70% de las ganancias. Esta falta de paridad de crecimiento de la economía digital prolonga la brecha existente.
“Las plataformas digitales de trabajo están abriendo oportunidades que antes no existían, en particular para las mujeres, los jóvenes, las personas con discapacidad y los colectivos marginados en todo el mundo”, indicó Guy Ryder, Director General de la OIT. Además, mencionó que los problemas que vayan surgiendo deben solucionarse mediante el diálogo social internacional a fin de que los trabajadores, los empleadores y los gobiernos puedan beneficiarse por igual.
Incertidumbre normativa
Muchas plataformas consideran a los trabajadores como contratistas autónomos o por cuenta propia. Estas personas, clientes y empresas, deben aceptar las condiciones de servicio para poder acceder a los sitios. Los contratos en cuestión no definen la relación contractual entre la plataforma y el trabajador como una relación de trabajo. No están sometidos a las restricciones impuestas por la legislación correspondiente a la protección laboral y pueden pasar por alto los procesos de diálogo social. De esta manera, se pone en conflicto aspectos referidos a las condiciones de trabajo, remuneración y duración de las jornadas.
“Con independencia de su situación contractual, todos los trabajadores tienen que poder ejercer sus derechos laborales fundamentales", afirma el Director General de la OIT.
Con respecto a los problemas regulatorios exhibidos en el informe, el Convenio 98 sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva (1949), y el Convenio 87 sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación (1948), ambos de la OIT, establecen que la libertad sindical y la negociación colectiva deben asistir a todos los trabajadores.
El organismo internacional expone otras dificultades para los trabajadores, además de las normativas. La regularidad del trabajo, ingresos escasos, condiciones laborales adversas, protección social, libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva son algunos de los puntos que sobresalen del informe. La pandemia del COVID-19 expuso los riesgos a los que enfrentan los trabajadores. Por ejemplo, siete de cada diez no reciben compensación o no pueden tomar una licencia retribuida por enfermedad si resultan positivos a la prueba del virus, lo cual representa un riesgo para sí mismos y para los demás.
El documento incita al diálogo social y la cooperación internacional en materia de reglamentación entre las plataformas digitales, trabajadores y gobiernos, para para dar una respuesta inclusiva que garantice que la economía digital se convierta en el poderoso motor de una competencia leal y trabajo decente para todos.
El objetivo de la OIT es que se cumpla con el acceso de todos los trabajadores a prestaciones de seguridad social adecuadas, la posibilidad de ejercer el derecho a negociar colectivamente por cuenta propia de las plataformas, la clasificación correcta de la situación laboral, entre otras cuestiones en las que se encuentran sin respuestas favorables.