Con el Tratado de Alta Mar, la ONU garantiza la protección de la biodiversidad marina
La “Alianza de Alta Mar” congrega a más de 40 organizaciones y grupos. El objetivo es crear un mensaje común y generar un movimiento de apoyo para la conservación, reforzando su gobernanza y protegiendo el océano.
Luego de intensas semanas de debate y negociación, la Conferencia Intergubernamental sobre Biodiversidad Marina de Áreas fuera de la Jurisdicción Nacional llegó a un acuerdo para sancionar el Tratado de Alta Mar. La quinta sesión de esta Conferencia Intergubernamental –que forma parte de la Organización de las Naciones Unidas– sesionó en Nueva York desde el 20 de febrero al 3 de marzo y en una última jornada, que fue maratónica, consiguió aprobar el borrador de este importante instrumento internacional que buscar proteger la biodiversidad marina en aguas internacionales.
Para su perfeccionamiento definitivo resta aún llevar adelante una revisión integral del texto y su traducción a los seis idiomas oficiales de la ONU. Sin embargo, este paso fue ampliamente celebrado por los países miembros y por distintos grupos de organizaciones marinas, ecologistas y de defensa del ambiente a nivel mundial. La “Alianza de Alta Mar” congrega a más de 40 organizaciones y grupos con el objetivo de crear un fuerte mensaje común y generar un movimiento de apoyo para la conservación de la alta mar, reforzando su gobernanza y protegiendo esta zona del océano que representa la mitad del planeta.
Sus representantes calificaron el acuerdo como “un hecho histórico” y celebraron la medida que permitirá avanzar en la protección de la diversidad marina, convirtiendo al 30% de los océanos en áreas protegidas, destinando más fondos a la conservación marina y estableciendo mayores controles al acceso y utilización de los recursos marinos.
Estas tratativas llevaban dos décadas de negociaciones en el ámbito internacional, por eso el resultado exitoso fue ampliamente celebrado. El secretario General de la ONU; Antonio Guterres, manifestó en un comunicado emitido al finalizar la Conferencia que “es una victoria para el multilateralismo y para los esfuerzos globales por contrarrestar las tendencias destructivas que enfrentan la salud de los océanos, ahora y para las generaciones venideras”, y dejó sentado que este tratado realiza importantes aportes para hacer frente a la triple crisis del cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación a nivel mundial.
La tarea de Rena Lee, embajadora de los Océanos de la ONU y presidenta de la Conferencia, fue celebrada y destacada por su gran liderazgo y capacidad para llevar los acuerdos a buen puerto. Al finalizar la Conferencia dio un emotivo discurso en el que manifestó: “el barco llegó a la costa”, haciendo referencia al resultado final de las arduas negociaciones desarrolladas durante las sesiones.
Hasta el momento, las aguas internacionales –aquellas situadas a más de 200 millas marinas de la costa– estaban sometidas a normas poco claras y bajo la jurisdicción de organismos que no podían garantizar una protección adecuada. Ahora, con la sanción definitiva del Tratado, quedarán establecidos requisitos para evaluar y gestionar las actividades humanas que afectan la vida marina en el océano, garantizando la transparencia en la gestión de la pesca, el transporte y otras actividades que afectan negativamente la salud oceánica.
Además el acuerdo logra unificar criterios a nivel de la normativa internacional, estableciendo un marco claro que propicia el accionar conjunto de los países y organismos internacionales en pos de la protección de los océanos y su biodiversidad. Con su sanción se contribuye a la consecución de los objetivos y metas vinculadas a los océanos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y se avanza en el cumplimiento de lo establecido recientemente en el “Marco Global de Biodiversidad de Kunming - Montreal”, en el cual se definió el “compromiso 30x30” consistente en proteger un tercio de la biodiversidad mundial para el año 2030.
De esta manera se podrá llegar al Día Mundial de los Océanos con un instrumento internacional que garantice la protección y el cuidado de las aguas que cubren más del 70% del planeta. Las acciones de concientización sobre el impacto humano en los océanos del próximo 8 de junio, contarán con una importante herramienta que fortalezca el reclamo y las medidas concretas en pos de una vida marina saludable.