Según un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), durante 2016 la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) subejecutó unos $ 511 millones correspondientes a las tareas de saneamiento del curso de agua.

La investigación, una de las primeras hechas sobre la actual administración, reveló que hace dos años el ente conformado por Nación, Ciudad y provincia de Buenos Aires, dispuso de un presupuesto de 1.191 millones de pesos, de los cuales alcanzó a devengar algo más de $ 680 millones.

Diferencias entre las partidas asignadas y los montos devengados.

El monto ejecutado representa el 57% de los fondos disponibles para el ejercicio 2016. Lo que equivale a decir que, de cada 100 pesos que debían destinarse a las distintas iniciativas de limpieza y recuperación ambiental, 43 no fueron utilizados

En su trabajo, la AGN detalló que entre las acciones con menos movimientos aparecen las tareas de infraestructura, por las que se subejecutó un 86% del presupuesto; el Plan Sanitario de Emergencia, que devengó solo el 30% de sus fondos; y la limpieza de basurales, que no alcanzó a desembolsar ni la mitad de su partida (47%).

No obstante, la tarea que mostró el mayor nivel de subejecución es la de fiscalización, es decir, de control, que en 2016 contaba con un crédito de $ 24.303.333, de los cuales no se devengó ni un solo peso (ver Sin comité).

“Frecuentes cambios en cuadros superiores”

Asimismo, la Auditoría narró que desde fines de 2015, con la asunción de las nuevas autoridades a nivel nacional, la ACUMAR experimentó “frecuentes cambios en sus cuadros superiores, lo que no favorece la consecución de políticas y metas del organismo”.

Es que el 19 de enero de 2016, la presidencia de la Autoridad de Cuenca quedó a cargo del Ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, quien permaneció en esa posición hasta el 11 de enero de 2017, es decir, menos de un año.

Para la AGN, los cambios de autoridades no favorecen al logro de los objetivos de la ACUMAR

En el ínterin, hubo un presidente ejecutivo que duró menos de un mes: se trató de Amilcar López, que se desempeñó entre el 27 de enero el 25 de febrero de 2016. Y en agosto de ese año asumió como director ejecutivo Julio Torti, que renunció cuatro meses después. “En ese acto se produce una modificación en el Reglamento de organización interna”, dijo el informe, en referencia al cambio de estructura puertas adentro del organismo.

A principios del año pasado, como ya se dijo, Bergman dejó la presidencia de la ACUMAR y le cedió el puesto a Gladys González, quien asumió con la jerarquía de Secretaria de Estado y renunció seis meses después, en julio de 2017. Desde entonces, Dorina Bonetti está al frente del organismo.

Sin comité

Con respecto al mencionado cambio de estructura, la AGN especifica que ocurrió en el segundo semestre de 2016 y añadió que una de sus consecuencias fue la “eliminación del Consejo Ejecutivo, afectando directamente al Comité de Auditoría”.

¿Qué era ese Comité? Había sido creado por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) mediante una resolución de 2006, y estaba facultado para emitir opinión fundada e intervenir en forma previa a la firma de cualquier convenio de la ACUMAR que suponga erogaciones de fondos (ver El adelanto).

El ente eliminó un área de control interno y "no la suplantó de ningún modo", dice el informe

“Esta instancia de control interno no fue suplantada de ningún modo”, observaron los investigadores, y agregaron que hasta “el propio servicio jurídico de la ACUMAR señaló la necesidad de la intervención de dicho Comité, toda vez que los acuerdos, convenios o sus adendas impliquen erogaciones dinerarias”. 

Rendiciones

También en relación con los convenios, los auditores remarcaron una particularidad del reglamento interno del ente jurisdiccional: si no se cumplen los procesos de rendición de cuentas, deberán suspenderse las transferencias de dinero, que además tendrán que ser reintegrados.

Sin embargo, los investigadores detectaron que la ACUMAR “no cuenta con un análisis definitivo de los anticipos otorgados no rendidos, a los fines de materializar su recuperabilidad”, y encontraron un documento llamado “Créditos con Terceros, que incluye un total de anticipos por $ 185.043.322, de los cuales aproximadamente $126.500.000 registran una antigüedad que supera los dos años”.

El adelanto

En una próxima entrega, este medio hará un repaso por los convenios que la ACUMAR firmó en 2016 con distintas instituciones para avanzar en su objetivo de sanear el Riachuelo.