Pese a haberse declarado la emergencia social, ambiental, sanitaria y urbanística en el ámbito de la cuenca Matanza Riachuelo, el presupuesto que reciben los centros de salud de la zona “sufrió deducciones de hasta un 87%”.

El dato surge de un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) que evaluó la gestión de los hospitales públicos que están cerca del curso de agua: Santojanni, Argerich, Penna y Piñero y de los CeSACs, que son centros de atención primaria de salud, que dependen de cada uno de ellos.

Como se puede ver en el siguiente cuadro, los presupuestos se modificaron negativamente:

Bajó el presupuesto para la atención sanitaria en la zona del Riachuelo

Ante esta situación, el organismo de control recomendó “establecer un aumento presupuestario que permita desarrollar las acciones del Plan Sanitario de Emergencia (PSE).

¿Qué es el PSE? La Ley 3947 de la Ciudad establece como prioritario cumplir las obligaciones y metas contempladas en el Plan Integral de Saneamiento Ambiental (PISA) – cuyo bajo cumplimiento fue alertado esta semana por la Corte Suprema de Justicia. Dentro de ese plan se encuentra el PSE cuyo objetivo es “mejorar la salud de los habitantes de la cuenca, poniendo énfasis en las poblaciones más vulnerables”.

La capacitación sobre salud ambiental y toxicología facilitaría el diagnóstico precoz.

El informe de la AGCBA, aprobado en agosto de 2017, recomiendacrear un área de salud ambiental dentro de la estructura hospitalaria y asignar horas técnico/profesionales  para dar respuesta a la demanda en temas relacionados”. La capacitación sobre salud ambiental y toxicología “facilitaría el diagnóstico precoz de patologías relacionadas con la contaminación ambiental”.

No obstante, fue una de las falencias que detectó la Auditoría está vinculada al personal hospitalario y su formación. En el Penna, por ejemplo, “solo el 50% del personal administrativo está capacitado para realizar todas las tareas administrativas que requiere el Área Programática” de la que dependen los CeSAC. De ellos, “seis son promotores de salud y los restantes 23 realizan tareas administrativas”.

“A esta situación se suma la dificultad que presentan los agentes para la escritura y el manejo de números de varias cifras” complementa el informe.

El jefe de Áreas programáticas del Hospital Santojanni le contó a la Auditoría que “entre jubilaciones, defunciones, licencias médicas prolongadas y traslados, el plantel se vio disminuido cerca de un 30%”.

En el Argerichtambién faltaba personal para la carga de datos al sistema de vigilancia epidemiológica, tarea que se volvió “dificultosa por que la conexión al sistema era inestable”.

En el Santojanni el plantel se vio disminuido cerca de un 30%
En el Santojanni el plantel se vio disminuido cerca de un 30%

Continuando con el personal, en los CeSAC Nº 13, 20 y 24, que dependen del Piñero, “tenían las jefaturas vacantes y sin llamado a concurso”. Mientras que los Centros Nº 31 y 40 “tampoco tenían jefes pero el Ministerio de Salud ya había autorizado su llamado a concurso”. Es importante señalar que el informe de la AGCBA evaluó el 2014 y que “a Agosto de 2016 la convocatoria no se había hecho”.

Fue objeto de la auditoría, que analizó la gestión de estos hospitales durante el 2014, los cursos y capacitaciones que brindó el personal profesional y auxiliar de salud en relación con los problemas ambientales.

“Durante el 2014 y el 2015 no se vieron capacitaciones sobre toxicología ambiental” dice la AGCBA. Y agrega que “de los 17 cursos brindados el Piñero dictó el 82%, el Argerich el 12% y el Penna el 6% restante, mientras que el Santojanni no dio ninguno”.

Equipamiento Electrónico

De las 126 computadoras que fueron distribuidas en los distintos CeSAC se destaca que el “78% están en buen estado según los propios usuarios”. Pero “el 70% no tenía instalado el sistema para la carga de datos y el 67% no estaba conectado a la red del Gobierno porteño”. A ello se suma que “había un 15% que no tenía conexión a internet”.   

Riachuelo