En 2010, sólo el 33% de los cruces ferroviarios se encontraba habilitado al público y no se habían realizaron estudios para evaluar las zonas donde se construirían . Por eso, “al momento de las ejecuciones surgieron obstáculos que elevaron los costos”, provocaron demoras en la terminación, “los contratos fueron reiteradamente modificados por resoluciones”, y se “suspendieron obras”.

Por ejemplo,en los trabajos de los cruces bajo nivel en las calles Manuela Pedraza y Crisólogo Larralde y las vías del ex Ferrocarril Mitre (ramal Tigre) se detectaron varias irregularidades: “Falta de altura en el túnel que permitiera la circulación de ciertos vehículos, como las autobombas y los ómnibus de transporte escolar y falta de rampas adecuadas que posibilitaran el cruce a personas con necesidades especiales”.

El cruce bajo nivel de Olazábal y las vías del ex Ferrocarril Mitre (ramal José León Suárez), según la AGCBA,fue encarado por la administración 2006 con “deficiencias e imprevisión”. Y, además, “se llevó a cabo sin tener en cuenta los problemas de inundación existentes en la zona”.

Información de El Auditor.info.