Desde su creación, en agosto de 2009, hasta diciembre del año pasado, el programa Fútbol Para Todos acumuló un resultado financiero negativo, es decir, una diferencia entre los ingresos y desembolsos, que alcanzó los $ 7.560 millones, monto que fue cubierto con fondos del Tesoro Nacional y la llamada deuda intra-sector público.

Es que, sumando todos estos años, la iniciativa para transmitir los partidos registró gastos por $ 7.663 millones y, aunque pretendía autofinanciarse con el aporte de sponsors, la recaudación por publicidad -que presupuestariamente se conoce como Recursos con Afectación Específica- llegó sólo a los $ 103 millones, lo que generó ese déficit equivalente al 98% de los costos previstos (foto izquierda).

En cada ejercicio, los rojos fueron casi idénticos a los gastos totales y alcanzaron su punto máximo -hasta ahora- el año pasado, con un saldo negativo que superó los $ 1.900 millones.

Verde césped, verde moneda

A excepción del período 2009-2010, cuando la partida del Fútbol Para Todos experimentó un crecimiento muy marcado, en los ejercicios siguientes los incrementos de presupuesto promediaron casi $ 280 millones, todo en un contexto marcado por la inflación.

Entonces, una referencia para apreciar la magnitud de aquellos saltos es medir los montos ejecutados en dólares, según la cotización de la moneda extranjera al cierre de cada año.

Así, por ejemplo, puede advertirse que el aumento más importante de la partida para el fútbol ocurrió entre 2010, cuando contó con un presupuesto de 148 millones de dólares, pasando por 2011 (US$ 190 millones), y 2012, que trepó a los US$ 246 millones.

Durante ese período, en el que se registraron subas mayores a los US$ 50 millones por ejercicio, la cotización de la moneda estadounidense pasó de los 4 pesos al cierre de 2010, a $ 4,90 en diciembre de 2012.

Luego, cuando la divisa experimentó una fuerte apreciación en relación al peso, la partida del Fútbol Para Todos mostró una tendencia a la baja, inversamente proporcional a su evolución en moneda nacional: US$ 214 millones en 2013 (con el dólar a $ 6,50) y US$ 195 millones en 2014 (con una cotización de $ 8,60).

Ya el año pasado, que cerró con el dólar a $ 9,50, el presupuesto de la iniciativa alcanzó los US$ 208 millones (foto derecha).

Más allá de estos números, y tomando las distintas cotizaciones anuales de la divisa, en todo el período la partida global del Fútbol Para Todos sumó unos US$ 1.207 millones. Para más detalles sobre este tema, click en Descargue el Monitor.

Cómo se cubrieron los huecos

En los primeros tres años del programa, los sucesivos déficits fueron cubiertos con recursos del Tesoro Nacional. Como ya se dijo, las transmisiones comenzaron en agosto de 2009 y, para solventar los costos de los cinco meses que duró aquel torneo -y en los que no ingresó publicidad privada-, se necesitaron $ 26 millones.

Al año siguiente llegaron los auspicios: el Fútbol Para Todos recaudó $ 14 millones. El tema fue que los desembolsos del ejercicio completo alcanzaron los $ 575 millones. Y, en 2011, al aporte de los anunciantes trepó apenas hasta los $ 15 millones, mientras que los gastos cerraron en $ 800 millones.

Sin embargo, desde 2012 los recursos disponibles dejaron de alcanzar. Es que, ante una marginal recaudación publicitaria de $ 6 millones y costos totales por $ 1.209 millones, el rojo debió financiado por dos fuentes; por un lado $ 1.101 millones del Tesoro Nacional y, por el otro, unos $ 103 millones de deuda pública interna, o también llamada intra-sector público.

Se trata de los préstamos que el Estado se pide (y se hace) a sí mismo, explicada mayormente en los recursos de la Anses y el Banco Central, y que constituyó la herramienta de los últimos años para mitigar los resultados financieros negativos que, no sólo el Fútbol Para Todos, sino toda la Administración Central, viene registrando desde 2011 hasta la actualidad.

Ya en 2013, las transmisiones televisivas requirieron de $ 1.118 millones del Tesoro Nacional y $ 255 millones de deuda pública interna. Al año siguiente, la proporción se alteró porque los recursos “intra-sector” bajaron a $ 10 millones, mientras que el Tesoro desembolsó $ 1.635 millones.

En el último ejercicio analizado, 2015, los $ 1.963 millones que necesitó el Fútbol Para Todos fueron financiador por $ 1.813 millones del Tesoro, $ 123 millones de deuda pública interna y $ 27 millones de publicidad.

Picardía de potrero

La idea de echar mano a la deuda intra-sector para solventar el funcionamiento habitual de la Administración tiene una particularidad: no está contemplada en la Ley 24.156 de Administración Financiera.

De hecho, en el artículo 56 de la norma, referido justamente a los mecanismos de toma de deuda, dice textualmente que “se prohíbe realizar operaciones de crédito público para financiar gastos operativos”.

¿Y entonces? Resulta que, durante todo el período analizado, los proyectos de ley de Presupuesto Nacional incluyeron un párrafo que rezaba: “Se exceptúa de la restricción impuesta en el artículo 56, último párrafo, de la Ley 24.156”.

Lo que viene, lo que viene

Para la próxima entrega, los números de ejecución del primer cuatrimestre de 2016 del programa Fútbol para Todos.