El 26 de octubre de 2015 se convirtió en Ley (27.180) la Cuenta de Inversión 2013 presentada por el Poder Ejecutivo. Esta rendición de cuentas fue la última en ser aprobada en su totalidad, dos años más tarde sobre el final del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner. Tras el aval del Senado, la Cámara de Diputados la aprobó con 125 votos a favor y 72 en contra. 

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Tweet de Auditoría General de la Nación

La Cuenta de Inversión (CI) refleja, entre otras cuestiones, el grado de cumplimiento de las metas del presupuesto. Es la expresión gráfica y numérica de su ejecución. 

La Cuenta de Inversión 2013 fue la última en ser aprobada en su totalidad.

El análisis sobre los gastos realizados en el ejercicio 2017 ya fue realizado, meses atrás, por la Auditoria General de la Nación (AGN). El próximo paso en el tratamiento de la CI será su tratamiento en las dos cámaras del Congreso. 

Continuando con el análisis de los informes anteriores, el relativo al 2016 fue rechazado por el Senado en la primera sesión presencial luego del comienzo de la pandemia el pasado 6 de octubre. Previo a esto, la Auditoría General de la Nación la aprobó en agosto de 2018, el expediente sostuvo que "sin perjuicio de la realización de procedimientos dirigidos a la efectivización de las responsabilidades de los funcionarios".

Durante la sesión, el senador nacional Mario Pais recordó que "la aprobación o el rechazo de la Cuenta de Inversión constituye una obligación del Congreso establecida por la Constitución" y apuntó que "la Auditoría General de la Nación emitió dos resoluciones y estos dos dictámenes fueron aprobados por mayoría".

Por otro lado, ante el rechazo de la CI, la senadora Silvia Elías de Pérez subrayó que “la AGN nos dice con claridad que hay que aprobarla".

La cuenta anterior, de 2015, no llegó a ser ley. Del mismo modo, el documento de ejecución de 2014, a pesar de haber sido aprobado en el Senado, tuvo la misma suerte y no se convirtió en norma todavía.

Inicio de la Cuenta de Inversión

La primera Cuenta de Inversión se realizó en 1864 y fue aprobada tres años después durante el interinato del presidente Marcos Paz. Luego, se contabilizaron 18 años en los que no se presentaron informes sobre el manejo de los fondos públicos. Fueron las rendiciones correspondientes a dos ejercicios de la presidencia de Bartolomé Mitre (1865 y 1867); tres de Nicolás Avellaneda (1875, 76 y 77); cuatro de Julio Argentino Roca (desde 1901 hasta 1904); una de Roque Sáenz Peña (1912); y otra de Hipólito Yrigoyen (1921).

Las siete CI restantes sin rendición fueron las comprendidas entre 1868 y 1874, durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento.

El tratamiento y aprobación de los informes de gestión no suele ser inmediato, por lo contrario, se han advertido demoras significantes a través de los años. La mayor tardanza registrada comprende a las rendiciones de cuenta del 1905 al 1911, aprobadas de manera conjunta en 1941, luego de casi 40 años.

Análisis posdictaduras

Los análisis sobre los gastos realizados por las dictaduras que gobernaron el país en los períodos 1966-1972 y 1976-1983 fueron examinadas una vez que se recuperó la democracia.

El primer lapso, que abarca los mandatos de Juan Carlos Onganía, Roberto Levingston y Alejandro Agustín Lanusse, fueron rechazadas, todas juntas, en agosto de 1986, durante la presidencia de Raúl Ricardo Alfonsín.

Mientras que el segundo, correspondiente al mando de Jorge Rafael Videla, Roberto Viola, Carlos Lacoste, Leopoldo Galtieri, Alfredo Oscar Saint-Jean y Reynaldo Bignone, corrieron la misma suerte: se las rechazó por ley en septiembre de 1990, con Carlos Menem como presidente.