Publicado: 21-10-2011
  
Misiones.- El intendente electo Rubén kobler advirtió por deudas del municipio.

Maximino Duarte no se repone de la derrota en las elecciones, se recluyó en su hogar y desde hace semana que no se lo ve trabajar.

Nueve de Julio. Luego de la derrota "inesperada" que sufrió el intendente local, su figura se fue diluyendo. Maximino "Mansí" Duarte, está recluido en su domicilio (Valle Hermoso, Kilómetro 25) y no estaría atravesando una buena etapa en lo anímico. En más de una oportunidad se pudo escuchar mencionar que la gente no le fue fiel en la ultima elección. "Hemos hecho lo suficiente para que nos voten" dijo.

La derrota fue un impacto que no pudo digerir. A medida que avanza el momento para su despedida de la intendencia, la presencia en el edificio municipal se hace cada vez más esporádica. "Solía venir tres veces a la semana, hoy viene una o dos veces por lo mucho", sostienen los lugareños.

No hay arreglo de caminos, se adeuda a proveedores. El corralón también sufre, porque no hay insumos y se adeuda el pago a estaciones de combustibles, indicaron.

En la elección de junio, el triunfo comunal cayó en mano del actual concejal Rubén Kobler, sobrino de Mansí. Kobler manifestó a El Territorio que su preocupación por el estado de abandono en que se encuentra la comunidad y la falta de presentación de los balances anuales del municipio. "Mi temor es que no sabemos cómo vamos a encontrar el estado financiero", dijo.

El Tribunal de Cuentas multó a intendentes de los municipios, entre ellos el de Nueve de Julio, con la suma de 2 mil pesos.

Cuando Mansí asumió la intendencia, había jurado por Dios y la Virgen María "que no voy a robar ningún centavo de la Municipalidad". Esa fue la frase emblemática de su gestión.

Los diversos problemas que tuvo que afrontar con la famosa "carpintería fantasma" y el Ticket Nación fueron escollos insalvables.

El Territorio denunció, con documentos y testimonios de los damnificados, serias irregularidades, que comprometían a parientes y funcionarios cercanos a su estructura.
"Se le extraña, temprano solía llegar con su querido tereré", recordó una empleada municipal.