Conversaciones sobre innovación, participación ciudadana y gestión pública
El libro Diálogos de Futuro reúne a especialistas de diversos países que abordan la necesidad de repensar la administración pública. En un contexto de transformación acelerada, la inventiva y la participación son fundamentales para enfrentar los desafíos contemporáneos.
El libro Diálogos del Futuro surgió de un ciclo de charlas sobre modos innovadores de gestionar lo público en un contexto de cambios acelerados. A través de entrevistas con especialistas de Argentina, España, México, Paraguay y Perú, se construyó un mosaico de ideas con la innovación como eje común.
“Empezamos estos diálogos en un momento oscuro, en plena pandemia, cuando estábamos atravesados por el drama. El hecho de escuchar voces que repensaban los temas emergentes fue un acto muy enriquecedor”, afirmó Mercedes Iacoviello, una de las autoras, en comunicación con El Auditor.info.
La especialista destacó que el texto recopila “las primeras 12 conversaciones”, que son “muy ricas para motivar una reflexión y generar espacios de discusión”.
Por su parte Noemí Lidia Pulido, otra de las autoras, explicó que el aislamiento fue el disparador del proyecto y resaltó la urgencia de contar con administraciones públicas que respondieran a las demandas ciudadanas en momentos críticos. El documento selecciona 12 diálogos de un total de 40 realizados. Mercedes Llano completa el trío de autoras del texto.
“Todos los diálogos tienen la misma jerarquía”, subrayó Pulido. Además, explicó que el proyecto fue completamente artesanal, sin financiamiento externo, lo que permitió una mayor creatividad y flexibilidad al invitar a expertos internacionales de manera voluntaria.
El texto, en concreto, refleja una visión innovadora sobre la gestión pública, donde el diálogo y el intercambio de ideas son claves para enfrentar los desafíos del futuro.
"Ya estábamos convencidas de que las agendas tradicionales estaban agotadas. Estábamos intentando resolver problemas que ya no representaban los desafíos actuales. La agenda emergente está en la mente de los innovadores. Por eso llamamos 'travesía' a la innovación pública, entendida como un proceso que requiere un cambio de mentalidad", expresó Pulido.
Qué entendemos por innovación
Iacoviello explicó que el cambio se concibe desde la práctica concreta, con una visión intuitiva. "Innovar es intentar hacer mejor y buscar nuevas maneras de hacer las cosas para mejorar", sostuvo. Asimismo, señaló que uno de los mayores retos es identificar los temas que atraviesan el esfuerzo conjunto por mejorar la respuesta de las administraciones públicas a las necesidades de la gente en los diferentes países.
"Innovar es intentar hacer mejor y buscar nuevas maneras de hacer las cosas para mejorar", afirmó Mercedes Iacoviello.
Por su parte, Pulido destacó que la innovación busca impactar en las prácticas y en el desempeño real de las administraciones: “Todos sabemos cómo deberían funcionar las cosas según las normas, pero el desafío verdadero está en cerrar la brecha entre lo que dice la ley y lo que sucede en la realidad”.
Este enfoque, según las entrevistadas, tiene como objetivo mejorar el modo en que las administraciones públicas responden a las demandas ciudadanas.
“Me considero una pasajera del Siglo XX intentando resolver problemas del Siglo XXI”, así se describió Pulido, experta en Administración y Formación Gubernamental.
Rol de la ciudadanía
Acorde a los diálogos del libro, el desafío de mejorar las instituciones públicas implica involucrar a la ciudadanía. “Es fundamental educar a la gente para que entienda el impacto directo que esto tiene en su vida cotidiana”. Para Iacoviello, la percepción negativa hacia la administración pública no siempre responde a su funcionamiento, sino a factores externos. “Si no hay un desastre, la gente no se interesa en cómo funcionan los organismos de control”, señaló la autora.
"Todos sabemos cómo deberían funcionar las cosas según las normas, pero el desafío verdadero está en cerrar la brecha entre lo que dice la ley y lo que sucede en la realidad", desarrolló Pulido.
“En los últimos 20 años, se dejó de ver a los funcionarios como rendidores de cuentas sólo ante el presidente. La información pública es ahora un patrimonio social”, subrayó Pulido. Sin embargo, indicó que aún falta una ciudadanía dispuesta a exigir rendición de cuentas.
Las entrevistadas coincidieron en que la relación entre los ciudadanos y la administración pública está atravesada por la conveniencia personal. "Muchos exigen igualdad ante la ley, pero si conocen a alguien que puede acelerar un trámite, no dudan en pedirlo”, explicó la especialista.
“Cuando la calidad institucional mejora, los servicios son mejores para todos, no solo para aquellos con conexiones”, profundizó la experta. Además, señaló que un comportamiento recto por parte del ciudadano favorece una conducta similar por parte de los funcionarios. “Existe una correlación entre ambas actitudes”, concluyó.
En relación con las audiencias públicas, Pulido afirmó que “pueden ser un vehículo interesante siempre que se garantice la simetría entre los participantes. De lo contrario, existe el riesgo de que sectores con intereses creados dominen la agenda”.
Qué es lo público
Mercedes Iacoviello destacó que el libro ofrece un espacio de debate riguroso, pero accesible, dirigido a personas interesadas en la gestión pública. “Aunque el lenguaje es comprensible, no es una lectura popular, sino para quienes ya tienen interés en el tema”, explicó.
También señaló la importancia de la gestión pública en la vida de todos: “Nos afecta y debería importarnos a todos”.
Por su parte, Pulido indicó que lo público trasciende lo estatal. “Limitar lo público a lo estatal excluye a la ciudadanía. La administración debe enfocarse en las personas, ampliando de esta forma el alcance de lo público”.
Control y auditoría
El documento subrayó la importancia del control y una de sus autoras afirmó que “debe existir desde una perspectiva de acompañamiento que promueva un funcionamiento eficiente de las organizaciones”.
En relación con el control proactivo, comentó que “no se trata de poner trabas, sino de apoyar a las organizaciones para que operen eficazmente y evitar que los problemas se agraven antes de que sea demasiado tarde”.
Además, Iacoviello mencionó que "el concepto de auditoría es muy distinto al de hace 20 años. Ya no debe verse como un mecanismo de traba, sino como una herramienta para mejorar a las organizaciones”.