La Reforma Constitucional de 1994 en Argentina introdujo cambios importantes en la estructura y gestión estatal. Además de sumarse nuevos derechos y garantías, muchas modificaciones estuvieron vinculadas a la descentralización del poder como la creación del cargo de Jefe de Gabinete de Ministros.

El Jefe de Gabinete de Ministros (JGM) se estableció como una figura central del sistema de gobierno. Antes de la reforma, el Presidente tenía un gabinete de ministros que eran designados y removidos directamente por él. En la nueva Constitución, se instituyó el Jefe de Gabinete, nombrado por el Presidente pero que puede ser removido por el voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de las Cámaras. Su rol es actuar como coordinador de las políticas del gobierno y, entre muchas otras responsabilidades, presentar informes orales ante el Congreso de la Nación (Artículo 101). 

“Es fundamental que exista una articulación con el Ejecutivo que ayude a que el Legislativo esté informado de los detalles de cómo va el gobierno”. 

La presentación del informe es clave para el fortalecimiento de las instituciones. Es el mecanismo por el cual el Ejecutivo da cuenta ante el poder legislativo de lo realizado en diversos temas de interés nacional. Es la oportunidad para que los legisladores hagan preguntas, planteen críticas y debatan sobre las políticas y acciones del gobierno.

Es quien debe informar ‘la marcha del gobierno’ de manera mensual. Más allá de lo que diga la Constitución Nacional, en términos políticos es importante que el Ejecutivo lo haga y que el Congreso ejerza la tarea de contralor. Es fundamental que exista una articulación con el Ejecutivo que ayude a que el Legislativo esté informado de los detalles de cómo va el gobierno y puedan realizar las consultas que consideren necesarias”, resaltó Carla Pitiot, quien fue diputada nacional entre 2015 y 2019.

Antes de que el Jefe de Gabinete se presente ante el Congreso, recibe con anticipación las preguntas realizadas por los legisladores para que pueda preparar la respuesta. Si bien la Constitución establece que la práctica debería efectuarse una vez al mes, de manera alternada entre Senadores y Diputados, no suele cumplirse con esos plazos. En este sentido, Pitiot señaló que es importante “exigir que se cumpla” y que además “participen ministros de gobierno” en las jornadas de rendición de cuentas, no solo acompañando al Jefe de Gabinete sino con un rol activo de interacción con el Legislativo. 

Con respecto a la participación ciudadana en este tipo de procedimientos, Pitiot consideró que “podrían considerarse mecanismos para que también puedan hacer preguntas, tanto de manera directa como a través de los y las legisladoras, y que puedan presenciar esas jornadas”.

Plazos que no se cumplen

Entre 1995 y 2018 sólo se realizó el 38% del total de sesiones informativas del JGM ante el Congreso, según un relevamiento realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). En los años posteriores, la situación no cambió: en 2019, el JGM se presentó en 8 ocasiones ante el Congreso; en 2020 lo hizo en 4 oportunidades; 3 en 2021; 3 en 2022; y 4 veces visitó el Congreso en 2023. En lo que va del año, sólo se registró una visita del Jefe de Gabinete de Ministros al Senado. 

Además de responder al mandato constitucional, el director del programa Estado y Gobierno de CIPPEC, Mauro Solano, explicó que la presentación del JGM es una instancia fundamental para la rendición de cuentas sobre los actos del gobierno, algo que está presente también en otros sistemas parlamentarios como el caso de Gran Bretaña, Canadá, Japón o Australia. “La instancia de rendición de cuentas es importante de cara no solamente al Congreso sino también a la ciudadanía”, sostuvo. 

"La instancia de rendición de cuentas es importante de cara no solamente al Congreso sino también a la ciudadanía".

Solano señaló que, entre algunas dificultades presentes y oportunidades de mejoras, está la definición de la fecha de la presentación ante las distintas Cámaras o el mecanismo por el cual los legisladores presentan sus preguntas, la cantidad de consultas que se hacen y el tiempo que se toman para responderlas. “Podrían diseñarse procedimientos más específicos con estándares definidos en el Congreso para poder llevar adelante esta instancia, revisar el reglamento y la manera en que son convocadas e implementadas estas sesiones informativas”, indicó.

Además sugirió que de parte del Ejecutivo se elaboren planes concretos que permitan de alguna manera ordenar y organizar esas sesiones informativas del Jefe de Gabinete ante las Cámaras del Congreso.

“Es importante pensar en disponer de esa información de una manera oportuna, clara y concisa para que la ciudadanía también pueda informarse a partir de estas visitas del Jefe de Gabinete ante las Cámaras, y que no quede solamente como el cumplimiento de una obligación constitucional ”, agregó.