Publicado en el suplemento

Acciones para la Participación Ciudadana, en Diario Perfil

Familia Zuccardi es una empresa familiar que se dedica a la elaboración de vinos desde 1963. Actualmente, emplea a alrededor de 1.000 personas y sus productos viajan desde Mendoza a más de 60 países de los cinco continentes. Sebastián tiene 43 años, lleva el mismo apellido que la firma y es el director de Viticultura y Enología. En dialogó con Acciones aporta su visión sobre el mercado.

- ¿Desde cuándo tenés relación con la industria del vino?

Junto a mis hermanos, somos la tercera generación en la empresa familiar y mi relación con la actividad vitivinícola fue desde siempre. En nuestra casa se hablaba todo el tiempo de vino, se respiraba vino. No solo es un negocio, sino algo mucho más importante: es una forma de vivir. Primero, me sumé a la empresa con un proyecto de elaboración de espumantes, llamado Alma 4, a fines de los años noventa. Fue algo que armamos con tres amigos, Mauricio Castro, Agustín López y Marcela Manini, mi compañera hasta el día de hoy y con quien tenemos dos hijas. Hasta ese momento, la familia no elaboraba espumantes, así que pude sumarme trayendo un proyecto nuevo.
Alrededor de 2004, le propuse a mi padre irnos a cultivar al Valle de Uco, ya que no teníamos viñedos en esa zona y notaba que las uvas que recibíamos de productores de esa región tenían un potencial notable. Así, compramos y plantamos nuestra primera finca en la zona de Vista Flores. El factor en común entre ese hecho y el proyecto de Alma 4 es que ambos me permitieron encontrar un lugar propio en la empresa familiar y sumarme aportando algo nuevo. A partir de la plantación de esa primera finca, no paramos de buscar lugares únicos. Hoy, tenemos ocho viñedos distribuidos en los mejores lugares del Valle de Uco. 

En 2009, encaré la formación de un área de Investigación y Desarrollo que nos permitiera estudiar a fondo todas las particularidades de las distintas zonas del Valle y así, planificar nuestra expansión hacia otros lugares, como Paraje Altamira, San Pablo y Gualtallary. 

- ¿Qué cantidad producen? ¿Cuánto va al mercado local y cuánto al exterior?

Entre Bodega Santa Julia y Zuccardi Valle de Uco alcanzamos una producción de 25 millones de botellas. Alrededor del 50% de esa producción se exporta a más de 60 países y el resto se comercializa en Argentina.

- ¿Cuál es el país al que más venden?

Actualmente, nuestro principal mercado de exportación es Estados Unidos. Otros mercados importantes para nosotros son Reino Unido, Canadá, Brasil, Países Bajos y Alemania.

- En su momento, diversificaron la producción y sumaron productos, ¿qué los llevó a tomar esa decisión? 

El vino es nuestra vida, nuestra pasión, creemos en el potencial del lugar donde vivimos y cultivamos. Por eso, todo lo que hacemos está ligado a nuestra mirada sobre estos ámbitos y la búsqueda de expresarlo a través de los vinos que elaboramos. La evolución del consumo de vino argentino en los últimos 15 años fue muy grande. Presenciamos una explosión del Malbec y una sofisticación por parte de los consumidores, quienes acceden y demandan cada vez más información.

Hoy, en los segmentos de precios donde jugamos con Zuccardi Valle de Uco se da un cambio muy interesante: hablamos menos de la variedad y ponemos el foco en el origen como señal de identidad de nuestros vinos.

Nuestros vinos están al nivel más alto del mundo. Pero el mercado local es estratégico también y no tiene nada que envidiarle, desde el paladar del consumidor, al internacional.

- De acuerdo a tus gustos y conocimientos, ¿cuál es el mejor vino que producen? 

Los vinos que me dieron más satisfacciones son los que marcaron algún hito en mi vida. Emma Zuccardi Bonarda fue el primero que elaboré en su totalidad y nació en honor a mi abuela. Zuccardi Concreto es, tal vez, el que nos indicó el camino definitivo que seguimos como productores. Comenzamos a hacerlo en 2014 y me identifico mucho con él. Zuccardi Finca Piedra Infinita 2016 fue un hito muy importante en nuestra visión de producir vinos con identidad y el primero de nuestra bodega en obtener grandes premios, como los 100 Puntos Parker.