Es la relación que se construye sobre la base de dividir el Producto Bruto Interno Nominal (a precios corrientes de un año dado), sobre el Producto Bruto Interno Real (a precios constantes de un año tomado como base).

El apelativo de “implícito” es debido justamente a esta construcción, por el hecho de que no surge de un relevamiento directo sino del cálculo efectivizado sobre la estimación realizada con anterioridad de las variables mencionadas.

La utilidad de este indicador reside en que recoge la variación de los precios de todos los bienes y servicios, tanto los destinados al consumo final como los bienes intermedios, así también de los precios de cada sector de actividad como en el conjunto total de la economía.

Este indicador, también denominado “deflactor implícito del PBI”, permite aislar el “efecto de la variación de precios” del Producto Bruto Interno Nominal (el PBI sin “corrección” alguna por inflación) respecto del valor de Producto Bruto Interno Real (el PBI con “corrección” por inflación).

La operación de “deflactar” es justamente convertir una serie monetaria en una serie de valores reales o constantes. El resultado obtenido es que cada componente de la serie es comparable con otro de la misma serie deflactada. En otras palabras, “sumamos manzanas con manzanas”.

La serie histórica de este Indice precios Implicitos para la Repùblica Argentina se elabora a través de Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y puede consultarse en el siguiente vínculo http://www.indec.mecon.ar/,  ingresando a la sección de Cuentas Nacionales / Producto Bruto Interno. Allí se encuentra la serie publicada de Precios Implícitos de la Oferta y Demanda Globales con base 1993 = 100.