Se realizó la semana pasada en Resistencia, Chaco, el Sexto Congreso Argentino de la Administración Pública, un encuentro del que participaron funcionarios de varias provincias, intelectuales, representantes del ámbito académico y de ONG’s.

Las jornadas, organizadas por el gobierno chaqueño, la Secretaría de Gabinete de la Jefatura de Gabinete de la Nación, la Asociación Argentina de Estudios en Administración Pública y la Asociación de Administradores Gubernamentales, comenzaron con una conferencia plenaria del mandatario anfitrión, Jorge Capitanich, quien desplegó una especie de tablero de control en el que figuraban detalles de varias áreas de su gestión.

Capitanich se apoyó en una herramienta llamada Sistema de Información y Gestión para la Gobernabilidad (SIGOB), implementado con la asistencia de Naciones Unidas, que permite verificar todos los días el estado de situación de cada iniciativa estatal. De este modo, destacó el gobernador, la administración pública chaqueña se encuentra transitando un cambio de un paradigma, basado exclusivamente en la observancia de normas y procedimientos administrativos, hacia un modelo de gestión por resultados.

El mandatario, que gobierna el Chaco desde 2007, mostró varios indicadores de su gestión: el descenso de la mortalidad infantil, de los hogares bajo la línea de pobreza y hasta de los hechos delictuosos; y destacó el aumento de la producción agrícola, la construcción de viviendas y acueductos, del patrimonio neto provincial y de los destinatarios de conectividad por fibra óptica. Sobre las arcas públicas, Capitanich proyectó una recaudación de $ 1.000 millones para 2011.

Más allá de cualquier valoración que se pueda hacer sobre la exposición, denominada Más y mejor Estado, llamó la atención el nivel de conocimiento de Capitanich sobre la marcha de la provincia. Es raro ver a un gobernador con un manejo tan detallado de la gestión. Generalmente, uno escucha discursos prolijos, pero con más contenido retórico, hasta una arenga política, comentó un funcionario de la Auditoría General de la Nación que llegó hasta el Congreso desde la Ciudad de Buenos Aires.

Tras las palabras de Capitanich, las jornadas se desarrollaron en un hotel céntrico de Resistencia. Fueron tres días intensos: cada hora y media, comenzaban nueve paneles en simultáneo, fueron más de 600 expositores que abordaron varias temáticas, como por ejemplo la firma del Acuerdo Federal para la Gestión Pública, y la implementación de varios programas relacionados con el gobierno electrónico. Gestionpublica.info reflejará lo mejor de esas ponencias en sus próximas apariciones.

No obstante, uno de los platos fuertes del Congreso fue la conferencia brindada por el Doctor en Economía y Ciencia Política Oscar Oszlak, que conversó con los enviados especiales de este medio (de lo que se informa por separado).

Para Guillermo Schweinheim, titular de la Asociación Argentina de Estudios en Administración Pública, una de las instituciones que organizó el encuentro, se trató sin dudas del Congreso más importante de la historia, por el número de asistentes, 2700 acreditados; por la enorme valoración que le dio el Gobierno provincial como proceso formativo de funcionarios y empleados; por las ponencias presentadas; por la presencia de académicos como Roberto Martínez Nogueira, Carlos Acuña, Mario Krieger y Alberto Bonifacio, nombrando solo algunos; por la participación de universidades como las de Rosario, Entre Ríos, Quilmes, San Martín, La Matanza, Tres de Febrero y la UBA; y de responsables de la gestión pública de las 24 jurisdicciones del país.

Además, Schweinheim añadió que la presencia de Oszlak fue la frutilla del postre, porque Oscar es como un decano de los expertos en administración pública.