De los controles participan el personal del área técnica de Geología y Medio Ambiente, y el vicepresidente del ERRTER, Mariano Rebord. El ente busca tomar contacto con las autoridades de los emprendimientos y analizar las obras de infraestructura que se están realizando.

En cuanto al recurso termal, se supervisan periódicamente las diferentes perforaciones, para asegurar que la explotación de sus aguas se haga atendiendo los principios de precaución y preservación del medio ambiente.

Daniel Mársico, geólogo y responsable del área técnica del ERRTER, afirmó que ya se monitorearon los complejos termales de Chajarí, Federación, Concordia, Colón, San José, Villa Elisa, Concepción del Uruguay, Gualeuaychú y María Grande. Todos dijo-, cumplen con el límite máximo de mineralización del agua.

Los controles se realizan dos veces al año. Pese a que el último fue en marzo, hay una recorrida más, prevista para diciembre. Estos monitoreos están complementados con la presentación anual de un informe ambiental por parte de los responsables de los complejos. De observarse en los informes que algo no está claro, el ente va y lo analiza, aclaró Mársico. Así mismo, el organismo también controla los complejos que no están en funcionamiento pero tienen las perforaciones hechas, como el de Victoria, que hoy opera a prueba, y el de Basabilvaso.