El presidente del organismo que nuclea a las instituciones de control público del país volvió a mostrar su preocupación por el futuro del Tribunal de Cuentas fueguino. Llamó a la reflexión al poder político y consideró que se llegó a un límite con un proceso de juicio político sin precedentes. Instó a un "sinceramiento", entendiendo que Claudio Ricciuti es juzgado no por cuestiones salariales, sino por su opinión adversa al convenio chino.

Río Grande.- El Contador Rubén Quijano volvió a pronunciarse respecto del proceso de juicio político que se sigue contra Claudio Ricciuti, y llamó a la reflexión al poder político.

Quijano es Presidente del Secretariado Permanente de Tribunales de Cuentas, Órganos y Organismos Públicos de Control Externo de la República Argentina, y recientemente participó de un seminario donde se debatió esta situación que se da en la provincia, en foros nacionales e internacionales.

"Es inentendible cuando uno explica la situación por la que está atravesando el Tribunal de Cuentas y que por una misma causa a dos prácticamente los absuelven y a otro lo encartan dentro del juicio político", dijo, recogiendo la opinión en estos foros.

"Venimos viendo desde el principio esto y estamos realmente preocupados porque el tema pasó la frontera de Ushuaia. Lo hemos tratado a nivel nacional, la semana pasada tuvimos el congreso internacional de control gubernamental que hizo la Sindicatura General de la Nación. Con funcionarios nacionales se analizó este tema y estamos realmente preocupados porque hay algo fundamental, qué es lo que va a pasar con la institución Tribunal de Cuentas, más allá de los hombres que la están conduciendo o la condujeron", señaló.

Según Quijano este procesamiento sin fundamento "da origen a que alcemos la voz en todas las latitudes de la Argentina y no sólo en Argentina, porque este fue un congreso internacional, estuvo gente de Europa, de Norteamérica, de Chile, Brasil, Paraguay, y comentábamos que no se vio una cosa semejante en otra latitud. En Europa nos decían que una cosa así no se entiende. Esto hay que analizarlo desde el punto de vista de la institución: ya dejé de personalizar en los miembros del Tribunal, porque la institución es lo que realmente nos preocupa. Está en una situación de debilidad total y va a llegar un momento en que va a dejar de existir, no va a haber control", advirtió.

No dudó en hablar de la existencia de una "política de avasallamiento" y consideró que este proceso se da porque al poder político no le gustó determinada acción del organismo.

"Hay que entender que el Tribunal de Cuentas es un colaborador del gobierno de turno, y que colaborar significa asesorar para prevenir y corregir irregularidades que pueden afectar la transparencia del gobierno. No significa tener los ojos vendados y decir amén a todas las cosas que se le ocurran al poder político", diferenció.

Quijano apeló "a la coherencia de la gobernadora que en su plataforma prometió transparencia" y sostuvo que "no sólo la gobernadora de Tierra del Fuego, cualquier gobernador o legisladores del país y el mundo, lo que pretenden es que la gestión sea cada vez mas transparente. Si un político en gestión de gobierno no quiere transparencia, estaría tirándose piedras encima. Lo que se escribe no se puede borrar con el codo. Esto ya ocurrió hace muchísimo tiempo en la Argentina y creía que estaba superado totalmente, pero este problema nos llama a la reflexión sobre qué pretende el poder político", manifestó.

De todos modos el contador no quiso "ser pesimista" y eligió "creer en la dirigencia política de Tierra del Fuego. Entiendo las reglas de juego pero todos los políticos que he visto llegan a un punto en el cual reflexionan, analizan, ven que incluso si se va a la justicia esto no tiene otra salida más que darle la razón al Tribunal de Cuentas", aseveró. 

"Todo tiene un límite, por eso quiero creer que el poder político de Tierra del Fuego va a reflexionar, va a analizar bien este caso. Dejémoslo a Ricciuti y los otros miembros de lado y miremos la institución: destituyéndolo en esta situación, no se está castigando a Juan Pérez, se está castigando al organismo de control público externo. En Tierra del Fuego tiene una característica, es uno de los tribunales más jóvenes del país y Ricciuti es alguien que ha trabajado muchísimo por el control público no sólo a nivel provincial sino a nivel nacional, entonces se lastima a todo el país", aseguró.

Quijano ratificó que "cualquier traba al control a quien ataca no es a un político sino al control. Si atacamos el control se afecta no sólo la credibilidad del político sino de la institución, y si uno lo analiza detenidamente puede traer consecuencias muy graves", reiteró.

También instó a un sinceramiento, puesto que por la información recabada no existe precedente para un hecho de estas características. "Se ha pedido juicio político por un hecho puntual pero han reflexionado. Cualquiera de nosotros estamos sujetos a un enjuiciamiento pero quiero que haya un sinceramiento: la causa no es el sueldo. La causa es que se hizo un control y parece que no era el adecuado a las exigencias del poder político. Por una cuestión de esta naturaleza entonces tendrían que hacer devolver el sueldo a más de uno que pasó por el Tribunal y aquellos que están cobrando igual o más. No sé qué es lo que va a pasar con la Justicia", alertó, previendo que las acciones continuarán en ese ámbito.

"No quiero hablar de más y quiero creer en la reflexión, porque todos nos podemos equivocar y de hecho nos equivocamos. Hay un límite, o caemos en el precipicio o volvemos a la llanura a ver si podemos seguir manejando las cosas normalmente. Quiero llamar a la reflexión, porque a través del diálogo se puede conseguir y construir una mejor provincia, un mejor país. Cuando transitamos el camino del diálogo, de la reconciliación, de no atropellar por atropellar o difamar por difamar, se evitan situaciones no deseadas", concluyó Quijano.