Publicado: 23-11-2010
 
Luego de la destitución del contador Claudio Ricciutti como vocal, desde la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC), exigieron que se fortalezca la institucionalidad del Tribunal de Cuentas, con la sanción de la nueva ley que regule su accionar para evitar el tráfico de favores políticos. Además exigen de los vocales el respaldo al personal y un mayor compromiso en el control del uso de los fondos públicos.

Ushuaia.- Desde la APOC (Asociación del Personal de los Organismos de Control), se emitió un documento, fijando postura respecto a la destitución del contador Claudio Ricciutti, resuelto la semana pasada y lo que debe ocurrir de ahora en más en el Tribunal de Cuentas de la Provincia.

Con la firma de Elisa Dietrich, secretaria General del sindicato, exigen que se sancione la nueva ley que está «cajoneada» en el despacho de los legisladores, que los vocales del organismo brinden respaldo a los trabajadores y que éstos, a su vez, se comprometan más en la tarea de controlar el uso de los fondos públicos.

En el documento, lo primero que se observa es que debieron pasar 16 años para que legisladores analicen el accionar de quienes integran el Tribunal de Cuentas, encontrando culpable de mal desempeño a Claudio Ricciutti. Puntualizan que este hecho no debe afectar a la institución, por cuanto la misma debe ser «resguardada y fortalecida».

«Ahora es tiempo de discutir los problemas de fondo que padece el control y que ha permitido que el trafico de favores entre vocales y políticos, entorpeciera la autonomía funcional» indica el documento.

Exigencia a los legisladores

«Instamos a los legisladores a que se pongan al frente del fortalecimiento de la institución que proclaman, y que fijen en forma inmediata fecha para dar tratamiento a la ley del Tribunal de Cuentas, que duerme el sueño de los justos en sus cajones desde el año 2008», exige el documento difundido por APOC.

Más adelante demanda de los vocales del Tribunal de Cuentas «mayor respaldo a sus trabajadores, y mayor protagonismo en el proceso de control de las cuentas publicas, para que nunca más, los tribunos se abstengan de opinar sobre la rendición del presupuesto de gastos y recursos. Su obligación es expedirse y la ciudadanía merece y espera que estos opinen clara y firmemente sobre la inversión del gasto publico». 

Es tiempo de discutir en serio la independencia política y económica del organismo de control, que permita ejercer un control eficiente eficaz y oportuno, otorgando presupuestos adecuados y suficientes.