Pese a que hay áreas de exploración y explotación petrolera en las que el único fiscalizador es el Estado Nacional, la Secretaría de Energía no controla las declaraciones juradas que deben presentar las empresas de ese rubro.

Según un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), la dependencia del Ministerio de Planificación Federal “no solicita ningún tipo de documentación respaldatoria (de las declaraciones) ni realiza inspecciones in situ” para validar los datos informados.

Por una resolución de la Secretaría de Energía de 2004, las compañías petroleras están obligadas a presentar todos los meses una declaración jurada con el detalle del volumen y la calidad de su producción. Con esa información, la dependencia puede –o debería- estimar las regalías que las firmas pagarán al mes siguiente por los hidrocarburos líquidos extraídos tanto en boca de pozo como en la etapa de exploración.

¿Qué datos tienen las declaraciones juradas? En los formularios hay dos espacios diferentes destinados a que las empresas detallen las cifras de las ventas. Pero los auditores detectaron que “lo informado en un sector no coincide en modo alguno con lo (expresado) en el otro”. Esta “falta de coincidencia” se registró en dos yacimientos, Carina y Aries, pertenecientes al Área Cuenca Marítima Austral.

También en el Aries, la firma Pan American Sur declaró la misma cantidad de producción de gasolina y crudo en dos meses consecutivos, julio y agosto de 2007. En este caso, “tampoco pudo verificarse que la Secretaría de Energía haya pedido alguna aclaración”, dice la AGN.

Dentro de la dependencia de Planificación funciona el Área Regalías que, según el informe, “no posee un registro (de información) completo y confiable”. De hecho, la base de datos de la oficina “utiliza un programa excel que no refleja la totalidad de lo incluido en las declaraciones juradas y no permite realizar análisis comparativos mes a mes por área y/o yacimiento”.

Tras comparar las declaraciones de las petroleras con esa base de datos, el organismo de control encontró “gran cantidad de errores, omisiones y diferencias”. Por ejemplo, “casos en que se han cargado liquidaciones en la base de datos (pero) no pudo comprobarse las presentaciones de las declaraciones juradas; declaraciones presentadas en soporte papel que no fueron cargadas a la base de datos; y diferencias entre los montos de regalía liquidada que surgen de las declaraciones juradas en soporte papel y los que se encuentran cargados en la base de datos”.

Por otra parte, la Auditoría no pudo verificar que la Secretaría de Energía haya puesto en práctica alguna acción para corregir las inconsistencias del trámite de las declaraciones juradas. Entre esas falencias también se destaca que las empresas presentan papeles en formatos que “difieren del modelo” establecido en aquella resolución de 2004 que regula el mecanismo, y a veces no incluyen toda la información exigida; las declaraciones no son acompañadas con comprobantes de pago, algo que también obliga la normativa; y que la dependencia de Planificación no intima los incumplimientos en las presentaciones de las petroleras.

Asimismo, el trabajo de AGN resalta que “la ausencia de un registro íntegro, completo, veraz y actualizado que refleje e identifique cada una de las áreas, yacimientos y empresas declarantes, no le permite a la Secretaría de Energía determinar la totalidad de los sujetos obligados a presentar declaraciones juradas y, por ende, ejercer un control adecuado”.

Seguimiento

El informe de la AGN fue aprobado en septiembre de este año. Se trató un trabajo que buscaba determinar el grado de seguimiento de las recomendaciones hechas en otra auditoría de 2007. En aquella oportunidad, la Secretaría de Energía recibió 13 observaciones de las que, tres años después, sólo se regularizaron dos.