La Red de Salud Popular Dr. Ramón Carrillo busca que se intensifiquen los monitoreos sobre las localidades que están expuestas a fumigaciones. Desde hace dos años la agrupación trabaja para mejorar la calidad ambiental.

La red impulsa el fortalecimiento de los controles ambientales en la provincia del Chaco. Una de sus integrantes, la pediatra Analia Otaño, contó que el mayor problema es que existen muy buenas leyes, pero que no se cumplen, y apunta directamente a los monopolios agroquímicos, los cuales usan semillas transgénicas para los cultivos de trigo y algodón, entre otros productos y realizan fumigaciones aéreas en distintos pueblos, lo que mata la agricultura familiar.

Otro tema que preocupa, es el estado de las tierras después de las cosechas. El día que la tierra no les rinda más levantan su capital, se van a otro país y a nosotros nos dejan hambre, muerte y un desierto, dijo Otaño.

La Red Ramón Carrillo, esta trabajando para que se cumplan las normas vigentes y se implementen otras tantas, como en Europa, donde prohibieron la fumigación aérea, mientras que la terrestre se encuentra reglamentada. La intención es que varios municipios chaqueños no sean fumigados, entre ellos Las Palmas, La Leonesa, Colonias Unidas, Tres Isletas, Santa Sylvina, Las Breñas, Charata y Gancedo. Hay numerosos pueblos que padecen fumigaciones con frecuencia y ya se registran enfermedades terminales y hasta nacen bebes con malformaciones, producto de los gases que quedan en el ambiente.  

Por último, Otaño destacó que algunos sectores del gobierno chaqueño trabaja correctamente en el tema, en conjunto con el Ministerio Nacional de Agricultura, aplicando normas y pactando proyectos para los pequeños y medianos productores orgánicos. Lo que sucede es que las multinacionales, con más capital, compran todos los terrenos posibles y con la utilización de semillas trangenicas y las fumigaciones matan las otras producciones de carácter orgánico. 

La fecha del 26 de noviembre como día mundial contra el uso indiscriminado de agroquímicos fue establecida por las 400 organizaciones miembros del Pesticida Action Network (PAN) en 60 países, en recuerdo a las miles de victimas que quedaron con secuelas en India, en 1984 tras la fuga de un químico utilizado para la fabricación de un plaguicida.