El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció la reciente incorporación del zoológico al Plan Ciudad Verde y su futura transformación en un centro ecológico. Luego de desoír, por años, las observaciones realizadas por la Auditoria Porteña relacionadas a la pérdida de especies, y hábitat inadecuados, en el día del animal el macrismo decidió hacer público el proyecto.

Fue oficialmente publicado el miércoles 29 de abril por la Comisión Técnico Ambiental para la transformación del Jardín Zoológico Eduardo Ladislao Holmberg. Nos comprometemos a transformar este espacio único en un centro ecológico dedicado a conservar, investigar y promover el cuidado de la naturaleza y la vida", afirmó Juan Carlos Villalonga, Presidente de la Agencia de Protección Ambiental (APrA) en diálogo con Gestionpulica.info.

Con fines ecológicos y educativos, el nuevo emprendimiento se desarrollará a partir de este año. Desde 2007 tiene su concesión la empresa Jardín Zoológico, en 2009 la Auditoria de la Ciudad (AGCBA) advirtió, acerca del abandono y desinversión, falta de control y la desaparición de varias especies. Además demostró el incumplimiento de objetivos de los pliegos por parte de la empresa concesionaria y falta de control del lado del Gobierno de la Ciudad.  Ninguna de las dos instituciones respondió o atendió las recomendaciones realizadas por el ente de control.

El plan

El proyecto que se desarrollará en el Jardín Zoológico incluye todas las políticas ecológicas del Plan Ciudad Verde. El nuevo Zoo estará dedicado a conservar, investigar y educar en materia ambiental. Además, promoverá el respeto por todas las especies y el hábitat en el que éstas se desenvuelven. Según declaraciones de los responsables del plan, no se exhibirán innecesariamente especies exóticas, y la cantidad de las mismas, se reducirán a 2000 ejemplares.

"El gran desafío es lograr que el espacio siga siendo atractivo. Hoy, 3,5 millones de personas visitan el lugar por año. Es un centro de atracción muy grande y lo que se busca es que tenga una conexión con los espacios verdes que lo rodean. Va a ser activo promotor de conservación en el país. Buscamos imponer la idea de que ya no es un lugar de encierro", enfatizó Villalonga.

Concesión

Uno de los temas más relevantes de los informes del organismo de control porteño, es el estado de la concesión. En 2009, la AGCBA acusó al Gobierno de la Ciudad de desinteresarse de la valorización del patrimonio. De 69 construcciones catalogadas con valor patrimonial, el Gobierno demolió 27 edificios, ordenó la restauración de solo 4, realizó obras de mantenimiento en 20 construcciones y reubicó 12 edificios. La situación se repite con esculturas y fuentes de agua que ya no están, desaparecieron o fueron demolidas sin la autorización correspondiente. Se suman al panorama, las condiciones de tenencia de algunos individuos no son las más aceptables, comentó la AGCBA sobre la infraestructura donde habitan los animales. Por aquel entonces, este nuevo plan ni se asomaba.

La Auditoría porteña sostuvo que la insuficiencia de controles del Estado en el predio, fue evidente. Acerca de la concesión del zoológico, Villalonga informó que la misma está dada hasta el año 2017 con quienes llevaran adelante el proyecto. Notamos que se podía trabajar en conjunto, por eso no vamos a quitar la concesión", resaltó.

Auditorias

"Nos encontramos con un zoo desbastado, con problemas edilicios y la idea es lograr una transformación integra. Excede mi conocimiento saber si se va a sancionar a la concesionaria", informó Villalonga acerca de las auditorias acumuladas por el Gobierno de la Ciudad y la empresa licitadora. 

Igualmente, el presidente de APra detalló que están trabajando para que la mayoría de los animales exóticos,  que forman parte de la población actual del Zoológico, puedan ser trasladados a santuarios en distintas partes del mundo y así convivir en un hábitat más natural junto a otros animales de su especie. Entre las posibilidades, se evaluó trasladar a la orangutana Sandra y a la elefanta Mara. Es que, una de las auditorias más alarmantes, años atrás, informó sobre la desaparición de 31 especies de mamíferos y 72 especies de aves durante el periodo de 1990 a 2008.

Entre las especies que desaparecieron, uno de los casos más recordados es el del oso polar Winner que murió en el 2012 en cautiverio a causa de la temperatura ambiente no adecuada; luego de varias presentaciones y reclamos, entre ellas las advertencias hechas en 2008 sobre el estado de salud de Winner por la AGCBA.