En Argentina hay 253 especies amenazadas o en peligro de extinción. La Auditoría General de la Nación observó que “sólo se realizan acciones de conservación en siete tipos, lo que representa el 2,7% del total”.

A partir del 2016 la Dirección de Fauna Silvestre y Conservación de la Biodiversidad (DFSyCB)  comenzó a trabajar en el Plan de Extinción Cero, que si bien no cuenta con una resolución de creación donde se establezca que reemplaza al Programa de Conservación de Especies Amenazadas, en los hechos ocupó su lugar.

El dato cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta que con este último “las especies seleccionadas eran 12 y representaban el 4,7% del total de especies vulnerables”. El cambio significó entonces que “en la práctica la fauna objeto de las acciones de conservación en lugar de incrementarse progresivamente, se redujera de 12 a siete”.

Por ello en su labor, que analizó el período que va de enero de 2011 a marzo de 2016, la AGN da cuenta de una vulneración del “principio de progresividad”.

Hay un Plan de Acción de conservación del tapir, pero no lo aprobó el Ministerio de Ambiente.
Hay un Plan de Acción de conservación del tapir, pero no lo aprobó el Ministerio de Ambiente.

Además, la Auditoría expresó en su informe que no existe evidencia de que la DFSyCB haya realizado una “planificación adecuada” para el Programa de Conservación de Especies Amenazadas. De hecho, el organismo requirió información, pero no le remitieron planificaciones estratégicas ni informes de gestión.

El organismo de control concluyó que "la difusión es una de las principales líneas de acción para evitar la extinción de las especies en peligro por lo que la transparencia y el restablecimiento de toda la información disponible en la página web se observa como un objetivo prioritario".

Por otra parte, la AGN dejó en claro en su informe que “los recursos humanos disponibles son insuficientes”, a partir de que el área cuenta con 12 técnicos para controlar la “gran cantidad de especies amenazadas, su enorme dispersión territorial y la necesidad de coordinar acciones entre diferentes jurisdicciones”.

Hay 253 especies declaradas en peligro de extinción y amenazadas en el país.

En otro párrafo, el texto de los auditores también es tajante: “Se evidencia la necesidad de dotar de recursos humanos idóneos con el fin de poder afrontar las dificultades encontradas en la temática”.

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (MAyDS) es la autoridad de aplicación de las leyes N° 22.421, de Conservación de la Fauna; y N° 24.375, referida al Convenio sobre la Diversidad Biológica.

En el país hay 104 especies en peligro de extinción; 149, amenazadas; y 311, vulnerables, tal como se puede observar en el siguiente cuadro.

Fuente: Resoluciones SAyDS 1030/2004, 348/2010 y 1055/2013
Fuente: Resoluciones SAyDS 1030/2004, 348/2010 y 1055/2013

Resulta necesario que la Dirección de Fauna cuente con políticas institucionales, estrategias, acciones de corto y largo plazo, indicadores de impacto y resultados que permitan obtener información confiable a fin de poder evaluar la gestión”, planteó la AGN.

Otra de las faltas detectadas es que el Plan de Acción de conservación del tapir no fue aprobado por el MAyDS. Mientras que el cardenal amarillo, la loica pampeana, el macá tobiano, el aguará guazú, el ciervo de los pantanos, la taruca y el tatú carreta “no poseen plan o programa tendientes a asegurar su protección”.

Las causas principales de amenaza son la pérdida y degradación del hábitat, la caza ilegal, el tráfico ilegal de especies vivas o de productos y subproductos, la contaminación, el cambio climático y la introducción de especies exóticas invasoras que afectan y desplazas a las nativas al contar con ventajas competitivas.