La Auditoría General de la Nación (AGN) difundió un durísimo informe sobre la administración del PAMI durante el año 2014, cuando era manejado por el kirchnerismo. Bajo la gestión de Luciano Di Cesare se gastaron $ 311,6 millones "de más", a los prestadores "con Cartera Asignada", sin que hubiera documentación respaldatoria de las prestaciones efectivamente realizadas.

Por ejemplo, se pagaron "prácticas no realizadas" a prestadores que facturaron la colocación de Dispositivos Intrauterinos (DIU) a doce pacientes de entre 63 y 87 años, incluyendo el pago del DIU. El informe también menciona el pago por la realización de más de 30 tomografías a un solo paciente "en el transcurso de la internación".

Los prestadores "con Cartera Asignada" tenían un listado de afiliados al PAMI, por los que recibían un pago por adelantado. A medida que iban brindando los servicios, descontaban el pago del monto asignado. Pero el informe de la AGN aseguró que había una "falta de conciliación entre los importes facturados ( $ 887.446.874) por los prestadores durante el año 2014 y la suma total de las prestaciones transmitidas por los mismos, que se encuentran valorizadas por $ 575.835.928. La diferencia entre ambos importes es de $ 311.610.945".

En el informe que presentó el auditor general Jesús Rodríguez, la AGN sostuvo que "no se constató la efectiva realización de las prácticas transmitidas por los prestadores como paso previo a prestar conformidad por las prestaciones incluidas en la facturación". En diálogo con Clarín, Rodríguez sostuvo que había un "descontrol sistémico", por lo cual el sistema se dio de baja en diciembre de 2016.

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