El Ministerio de Transporte la dará en concesión por 20 años; el predio de la estación de ómnibus suma en total 7 hectáreas
La terminal de ómnibus de Retiro, la mayor estación terrestre de pasajeros del país y uno de los rincones más abandonados de la infraestructura argentina, está a punto de ser renovada. El Ministerio de Transporte publicó un llamado a licitación para remodelar y dar en concesión el predio porteño, de siete hectáreas, por el que circulan unas 50.000 personas por día.
Según los pliegos, el concesionario podrá explotar la terminal durante 20 años y deberá pagar un canon al Estado y llevar adelante un plan de ampliación y mantenimiento. A cambio, además de poder cobrar por los servicios que preste a las empresas de transporte y a los pasajeros (incluyendo seguridad y limpieza), podrá sumar en la propuesta la construcción de un hotel o locales comerciales en un terreno que hoy está ocioso.

La inversión que demandará la obra, estiman en el Ministerio de Transporte, será de alrededor de 500 millones de pesos.
Una de las dudas que había en el sector era si se trataba de una nueva construcción o de la remodelación de la terminal existente. Finalmente, se llamó a una compulsa internacional basada en un anteproyecto ya delineado para mejorar las instalaciones actuales.


El pliego tiene más de 100 anexos de planos, vistas y escalas, en los que fueron delimitados desde los espacios para los pasajeros hasta las demoliciones que serán necesarias para crear nuevas áreas. Así terminará una de las concesiones del transporte argentino más criticadas.

Varios informes de la Auditoría General de la Nación (AGN) advirtieron durante años sobre el deterioro, la falta de limpieza, de servicios y de inversión en la estación de ómnibus de Retiro.

Actualmente, la terminal está en manos de Néstor Emilio Otero, un cuestionado empresario que ha sido citado por el juez Sebastián Ramos por irregularidades en los convenios de concesión.

Antecedentes

Además, está acusado de haber pagado los alquileres de dos departamentos de lujo en la Avenida del Libertador y en la calle Cerrito al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, condenado a un año y medio de cárcel en un juicio abreviado donde reconoció haber recibido dádivas de esta empresa que él debía controlar. Mientras aquella cercana relación unía al funcionario con el empresario, Jaime extendió el contrato de la terminal de Retiro de 2006 hasta 2016.

A principios del año pasado, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, extendió el plazo por un año más a TEBA. En su momento, explicaron que era el tiempo que se necesitaba para llamar a una licitación internacional para entregar el predio a una nueva explotación. Según el Gobierno, el concesionario tiene la obligación de mantenerse hasta que asuma el sucesor.

El proceso será rápido. Los pliegos están online y se podrá presentar la oferta técnica y económica hasta el 6 de abril, a las 11. Una hora después, se hará el acto de apertura. El pliego establece que el ganador se hará cargo de la "administración, explotación comercial, reparaciones, ampliación y servicios complementarios de la Estación Terminal de Ómnibus de Retiro (ETOR)". Cada uno de los interesados, que pueden participar como empresas o consorcios, deberá aportar el financiamiento necesario como para realizar las obras estipuladas.

Uno de los datos llamativos de la convocatoria es la inclusión en el predio por explotar de un área, que ahora está ociosa y que separa los estacionamientos de la calle, de aproximadamente 40 por 250 metros, en la que se podrán construir emprendimientos relacionados con la actividad.

"Para ese terreno se podrán proponer libremente nuevos usos y actividades o servicios que amplíen o mejoren la oferta existente", se lee en uno de los 130 documentos que están en la licitación. Precisamente allí está uno de los grandes atractivos. Allí podrán instalarse hoteles para los pasajeros, locales comerciales o lugares de recreación como cines.

Transferencia

Cuando se termine el proceso de concesión se iniciará otro. Sucede que todo lo que concierne a la estación es por el momento jurisdicción nacional. De ahí que durante el gobierno comunal de Mauricio Macri la Ciudad sólo se limitaba a hacer obras de la línea municipal hacia afuera. Pero ahora la Nación tiene la intención de pasar la terminal y el predio a manos de la administración porteña.

Sin embargo, ese paso se dará después de que se llame a licitación y se elija una adjudicataria. Este camino permitirá entregar la explotación por 20 años y sortear la disposición que establece que el gobierno que conduce Horacio Rodríguez Larreta no puede dar concesiones más allá de los cinco años sin intervención previa de la Legislatura.

Hay algunos excluidos en el llamado a licitación. Además de los que tienen algún tipo de incompatibilidad para contratar con el Estado, los grupos de transportistas no podrán presentarse como explotadores de la estación. Si bien los dueños de los colectivos igualmente analizan con detalle los pliegos para ver si pueden entrar como integrantes de algún consorcio, se hacen la gran pregunta del sector. Entre ellos todas las quejas por el deficiente servicio apuntan a Otero. Dicen que no está claro si puede presentarse o no al llamado a licitación. De hecho, el empresario se quedó con la Terminal Dellepiane, que aún no se inauguró en el sur de la Capital, y temen que vuelva a llevarse otros 20 años de concesión. Entonces, especulan, nada habrá cambiado.

Algunos números

50.000 personas

Es el caudal de público que transita a diario por la terminal de ómnibus de Retiro

500 millones de pesos

Se trata de lo que invertirá, según estimaciones oficiales, la empresa que resulte ganadora de la licitación

130 documentos

Son los incluidos en la licitación con planos, vistas y escalas que establecen indicaciones y obras por realizar