Publicado: 09-10-2016

La Ciudad cuenta con 16 Servicios Sociales Zonales (SSZ) distribuidos en todo el ámbito geográfico que van desde Villa Lugano, San Nicolás, Belgrano, Villa Devoto y Caballito, entre otros. La finalidad de estos centros es que los vecinos no recorran largas distancias para hacer trámites o consultas sobre los programas sociales de la CABA. 

Entonces, a partir de la descentralización de la atención de las políticas sociales, los ciudadanos pueden concurrir directamente al Servicio Social Zonal más cercano a su domicilio a gestionar un beneficio y obtener así una mejor calidad de respuesta.

Sin embargo, la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) observó que “no se realizó el diagnóstico social impuesto como función primaria”, el análisis por el que “se conocen las necesidades de los vecinos y se generan acciones para satisfacerlas”.

Para generar registros, cada SSZ carga las demandas de atención en ACCES y la información en materia de amparos judiciales en EXCEL. Si bien existe un servidor, “en ocasiones no funciona o está apagado por lo que los datos no quedan guardados en él”.

Además, los Servicios “no están en red con la Dirección General de SSZ”. Ante esta situación, el equipo auditor le consultó a la Gerencia Operativa de Atención Descentralizada cómo hacían para evitar la duplicidad de datos en atención y demanda de cada uno de los Programas. La respuesta fue que “con los sistemas informáticos tal como están no se puede verificar, por ejemplo, si una persona cobra dos veces un subsidio”.

De todas formas, se aclara que en los SSZ solo es evitable la duplicación del cobro de la Asignación Universal por Hijo y que la idea es “contrarrestar esta situación con un nuevo sistema de registro”.

El informe, que analizó el período 2013 y fue aprobado en 2014, también detecta que “se atiende más de lo que se carga”: la diferencia es de 13.919 prestaciones que no han sido registradas en el sistema.

Sobre los recursos humanos, la AGCBA señaló que durante 2013 fueron 136 las personas que prestaron servicios. Si se compara el listado de personal suministrado por la Dirección General de Servicios Sociales Zonales con lo verificado por los auditores, a partir de su presencia, se desprende que “no hay coincidencia en toda la información”.

Por ejemplo, en el SSZ 1, que abarca el barrio de San Nicolás, “se notificó que había cuatro administrativos y tres trabajadores sociales y, sin embargo, había cuatro de cada uno”. En el Servicio 7, ubicado en Flores, “se informaron cinco administrativos y tres trabajadores sociales pero había tres administrativos, un abogado y cuatro trabajadores sociales”.

Estas observaciones resultan contradictorias con lo que asegura la Ciudad en su página web en donde indican que cada Servicio Social Zonal está integrado por equipos profesionales, técnicos y administrativos “que aportan los recursos necesarios para resultar un nexo directo entre el Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires y los vecinos”.

Pero el equipo de auditoría destaca que “el personal administrativo y los trabajadores sociales son insuficientes” ya que “la demanda diaria se vio incrementada, sobre todo desde octubre de 2013 por la incorporación del programa de discapacidad”.

La falta de personal “afecta el desempeño de algunos objetivos del programa como la evaluación de las problemáticas territoriales de vulnerabilidad social” que se vuelcan en los diagnósticos sociales, fin primordial de los SSZ.

La infraestructura también parece ser un problema, sobre todo su mantenimiento. Es que los auditores detectaron “demoras en los pedidos de reparación” que realizan los Servicios a las dos gerencias operativas dependientes de la Dirección General de SSZ.

En el Servicio Zonal 12, que comprende a dicha comuna y al barrio de Villa Ortúzar, presentaba una “instalación eléctrica insegura y precaria”. Además tenía problemas en la iluminación como consecuencia de las filtraciones de años pasados, además de tener el techo en malas condiciones”.

A su vez faltaba mantenimiento en los cielorrasos, las oficinas, el baño, y en la instalación eléctrica en general”. Por eso, se envió una nota para hacer saber todos estos problemas a la Gerencia Operativa. Pero al momento de la visita de los auditores, “no se había solucionado nada”.

Los ascensores merecen un párrafo aparte. En los SSZ se otorgan los certificados a las personas con movilidad reducida. Pese a ello, la AGCBA pudo ver en los SSZ 2, de San Nicolás, y 13, de Belgrano, que “los ascensores eran difíciles de usar”, por un lado, “por falta de mantenimiento” y, por otro, “por ser reducidos en espacio”.

Si bien el objetivo es ser un espacio descentralizado de políticas sociales del Ministerio de Desarrollo Social hay cuestiones que no facilitan el acceso rápido del ciudadano. Es que los Servicios Zonales 9, que pretenden brindar ayuda a los vecinos de Mataderos, Parque Avellaneda y Liniers, está ubicado en la comuna 8, puntualmente en Villa Lugano. Lo mismo pasa con el SSZ 12 que pretende atender a los vecinos de Saavedra y Coghlan entre otros y está en Parque Chas.

En el SSZ 13, que afecta a Belgrano, Colegiales y Nuñez, “no se cumple con lo establecido en la normativa del propio Gobierno porteño en cuanto a las instalaciones contra incendio, señalización, luces de emergencia, señalización de las salidas y otras medidas que deben cumplir los lugares de atención al público. Esto mismo se detectó en el Servicio 1, situado en San Nicolás.

Llueve sobre mojado

Esta no es la primera vez que el organismo de control porteño le remarca y le sugiere a la Dirección General de Servicios Sociales Zonales modificar esta situación. 

En un informe que evaluó el año 2010 señaló “la falta de descentralización del personal de los distintos Programas, lo que limita la capacidad de respuesta y solución”.

De hecho, el objetivo de “la Ventanilla Única” es distribuir al personal de los distintos Programas en las diferentes comunas para evitar que los ciudadanos tengan que ir de una oficina a otra en diferentes puntos de la Ciudad. 

Pero la AGCBA se encontró con que de los cinco centros que visitó solo en uno había un delegado de la Dirección General de la Mujer, en dos había gente del Centro Integral de la Mujer, en uno solo había un representante de la Dirección General de la Ciudadanía y también solo en uno de los cinco había alguien del Programa de Adicciones.