Como presidente, Sarmiento no presentó ninguna rendición de cuentas
La historia de los presupuestos guarda varias perlas. Según la Contaduría General de la Nación, en el primer peronismo se aprobó la mayor cantidad de cuentas de inversión; y recién tras la vuelta de la democracia se pudo analizar las de Onganía, Lanusse y Videla. Hubo demoras de casi 40 años en la aprobación de informes.
Un trabajo de la Contaduría General de la Nación permite apreciar cómo fue el tratamiento de las cuentas de inversión, las rendiciones de gastos elaboradas por el Poder Ejecutivo y analizadas por el Congreso, de los últimos 150 años. A partir de ese material, pueden advertirse varias perlas, como demoras de casi 40 años, quién fue el presidente que presenció la mayor cantidad de aprobaciones de informes y a quién le tocó analizar los balances de las dictaduras militares.
El relevamiento de la Contaduría comienza con la cuenta de inversión correspondiente al ejercicio 1864, aprobada con tres años de demora durante el interinato del presidente Marcos Paz, y culmina con la de 2013, aprobada dos años más tarde, sobre el final del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
En el medio, hubo 18 años en los que no se presentaron informes sobre el manejo de los fondos públicos. Fueron las rendiciones correspondientes a dos ejercicios de la presidencia de Bartolomé Mitre (1865 y 1867); tres de Nicolás Avellaneda (1875, 76 y 77); cuatro de Julio Argentino Roca (desde 1901 hasta 1904); una de Roque Sáenz Peña (1912); y otra de Hipólito Irigoyen (1921).
Las siete cuentas de inversión restantes son las del período 1868-1874, mientras fue presidente Domingo Faustino Sarmiento.
En cuanto a las demoras, la más importante se produjo con las rendiciones de cuenta del lapso 1905-1911. Esos siete informes fueron aprobados -todos juntos- el 3 de septiembre de 1941, durante la presidencia de Jaime Gerardo Roberto Marcelino María Ortíz, lo que equivale a una tardanza de entre 30 y 37 años.
Igualmente, la cosa no quedó ahí. Como ya se dijo, no trascendieron los detalles de los gastos de 1912, y la cuenta de inversión del año siguiente también recibió el visto en el gobierno de Ortíz, aquel prolífico día de septiembre de 1941, registrando una demora de 29 años. Y a fines de ese mes se aprobaron por ley las rendiciones de cuenta del período 1922-1924, para las que hubo que esperar entre 15 y 18 años.
Las cuentas de las crisis de 1989 y 2001 se aprobaron con cinco años de demora
Las 28 cuentas de inversión siguientes, que incluyen la presidencia de Ortíz, fueron aprobadas durante los mandatos de Juan Domingo Perón. De ese total, las que comprenden el lapso 1925-1943 fueron sancionadas con una ley de 1947, es decir, con una demora de entre 5 y 23 años.
En tanto que la última rendición de cuentas del peronismo correspondió al ejercicio 1952, analizada con dos años después por el Congreso.
Las dictaduras
Los análisis sobre los gastos realizados por las dictaduras que gobernaron el país en los períodos 1966-1972, y 1976-1983 fueron examinadas una vez que se recuperó la democracia.
El primer lapso, que abarca los mandatos de Juan Carlos Onganía, Roberto Levingston y Alejandro Agustín Lanusse, fueron rechazadas, todas juntas, en agosto de 1986, durante la presidencia de Raúl Ricardo Alfonsín.
Mientras que el segundo, correspondiente las días de Jorge Rafael Videla, Roberto Viola, Carlos Lacoste, Leopoldo Galtieri, Alfredo Oscar Saint-Jean y Reynaldo Bignone, corrieron la misma suerte: se las rechazó por ley en septiembre de 1990, con Carlos Menem como presidente.
Las crisis
Finalmente, las rendiciones de cuenta de los dos períodos de crisis económica de la democracia fueron examinadas por el Congreso Nacional con demoras de entre cinco y seis años: la cuenta de inversión de 1989 recibió el visto bueno en 1994, mientras que la de 2001 se aprobó en diciembre de 2007.