Publicado en el suplemento

Acciones para la Participación Ciudadana, en Diario Perfil

Matías Montoto nació en Castelar, al Oeste del conurbano bonaerense, en 1980. Sin embargo, luego de trabajar en Méjico y España, en 2006 se instaló en Huerta Grande, Córdoba, cuando la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC) adquirió un predio allí y lo contrató como encargado. Tras ver la poca importancia que la gestión anterior le daba al turismo, comenzó a trabajar y nueve años después, se convirtió en Intendente del Municipio que más colonias sindicales tiene en todo el Valle de Punilla, un total de 13. 
Además de APOC, allí tienen sus alojamientos la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (UTEDYC), el Sindicato de Trabajados de la Industria de la Alimentación (STIA), la Federación de Obreros y Empleados de Correos y Telecomunicaciones (FOYECT), la Federación Única de Viajantes de la Argentina (FUVA), la Federación de Trabajadores del Tabaco (FTTRA) y el Sindicato Obrero de la Industria del Vidrio y Afines (SOIVA), entre otros. 

- ¿Cuándo surgió la idea de ser Intendente? 
A fines de 2014 lancé la candidatura. El Gobierno anterior no tenía una política volcada hacia el turismo y nos pusimos a trabajar y tratar de darle nuestra impronta a Huerta Grande. En 2015, ganamos la elección y en diciembre de ese mismo año comenzó mi gestión al frente del Municipio. Hubo un fuerte desarrollo en el sector de turismo, sobre todo sindical. En 2019, fui reelecto. Tengo una excelente relación con los secretarios Generales de los gremios de las grandes colonias que hay en Huerta Grande. 
- ¿Por qué creés que tantos sindicatos eligen Huerta Grande? 
Lo principal tiene que ver con el lugar natural. Es una belleza, como departamento de del Valle de Punilla, con ríos, montaña, naturaleza. Una de las cosas por las que se caracterizó este lugar muchos años atrás fue el clima: estaba catalogado como el tercer mejor clima del mundo. Por eso, oportunamente hubo grandes inversiones en nosocomios que recibían a tuberculosos. El Hotel Edén, por ejemplo, albergaba a enfermos de tuberculosis. 
- ¿Qué cambios pudieron llevar a cabo desde que comenzó tu gestión? 
A la anterior gestión le importaba más la parte social que la turística, que permite generar puertos de trabajo, y eso es lo más importante. Nosotros creamos la Secretaría de Turismo y fomentamos y escuchamos a todos los emprendimientos turísticos, a las administraciones hoteleras, buscamos conocer sus necesidades respecto del pueblo. También hicimos grandes inversiones en agua potable, para que no faltara en las colonias durante el verano, en luminarias, en las calles, recuperamos los grandes atractivos turísticos, tales como las caminatas hacia el Cerro Yapeyú o el balneario municipal. A eso hay que sumar las fiestas populares. Por supuesto. La más importante es la fiesta patronal, que se celebra todos los 16 de julio. En época de carnaval también explota, vienen artistas muy conocidos. Uno de los eventos más importantes es la Xtreme Race: recientemente se realizó la séptima edición, dentro del Hotel Tres Pircas. Participan más de 200 corredores y entre acompañantes y visitantes convoca a unas 6.000 personas.
- ¿Cómo se traduce eso en los números de la economía? 
Directa o indirectamente, el 80% de nuestra población trabaja en turismo, ya sea dentro de los complejos de cabañas o vendiéndoles productos, como es el caso de las carnicerías, verdulerías y casas de artículos de limpieza, entre otros. Por eso es tan importante fomentar el turismo, acompañar cada inversión, ver qué necesita cada complejo. 
- ¿Cuántos habitantes tienen? 
Acá viven casi 8.000 personas. En temporada, triplicamos la cantidad de gente en nuestro pueblo. Por eso fue importante pensar los servicios. Es fundamental el tema de la recolección de residuos, provisión de agua, seguridad. Todo se piensa para enero, febrero y los fines de semana largos, cuando explota Huerta Grande y toda la localidad de Punilla. 
- ¿Cambió mucho el panorama en el último tiempo? 
Después de la pandemia, mucha gente eligió radicarse acá, construye cabañas para su retiro. La pandemia cambió muchísimo el movimiento que hay en Huerta Grande. Nosotros lo vivimos con el nivel de ocupación que tenemos actualmente.