El Congreso de la Nación aprobó 52 leyes, realizó 22 sesiones, 267 reuniones de comisión y se lograron 270 dictámenes durante 2021. Estos números se desprenden de un informe realizado por la Fundación Directorio Legislativo sobre el funcionamiento del parlamento argentino.

De las 22 sesiones, 8 fueron en la Cámara de Diputados y 14 en la de Senadores. Los meses con más leyes sancionadas fueron octubre y diciembre, mientras que en agosto sólo se sancionó una norma y durante septiembre, ninguna. Hubo 22 sesiones y 14 leyes menos que en 2020. Una de cada 4 leyes aprobadas fue propuesta por el Poder Ejecutivo. En cuanto a la temática de las leyes sancionadas, en 2020 giraban en torno a la pandemia. En cambio, el año pasado la agenda se desplazó de los temas relacionados al Covid a los temas de economía. 

“En 2021 hubo menos sesiones que en 2020, porque fue un año electoral. Este año, si bien la actividad baja bastante, no es tanto si la comparamos con otros años electorales. Ese es el factor clave. Otros años electorales, los legisladores que buscan ser electos quieren generar identificación con su electorado a través de debates, lo que lleva a que crezcan las tensiones, y sea más costoso generar negociaciones en el recinto”, señaló Leandro Domínguez, coordinador de Análisis Político de Directorio Legislativo.

Desde 2016, las reuniones de comisiones vienen en caída. En 2021, el Senado tuvo 135 reuniones de comisión y Diputados 132. “La cantidad de reuniones tiene correlato con la cantidad de sesiones y la cantidad de leyes. Baja la cantidad de sesiones y baja la cantidad de reuniones. Eso no significa que la cantidad de reuniones perjudique la actividad legislativa o que salgan leyes de menor calidad técnica. Pueden haber reuniones donde se junta lo que antes se llevaba a cabo en dos o tres reuniones. En definitiva tiene que ver con la dificultad de juntar a los legisladores a dialogar sobre diferentes temas”, indicó Dominguez.

Según la Constitución Nacional, una vez por mes el jefe de Gabinete de Ministros (JGM) debe rendir cuentas sobre la gestión en el Congreso.

La Constitución Nacional en su artículo 101 establece que una vez por mes el jefe de Gabinete de Ministros (JGM) debe rendir cuentas sobre la gestión en el Congreso. En la última década, según el informe, el jefe de gabinete que más asistió fue Marcos Peña, con 20 sesiones informativas en cuatro años, bajo el mandato de Mauricio Macri. Pero, Jorge Capitanich tiene el porcentaje de asistencia más alto durante su gestión, con 7 veces en 1 año.

"Normalmente asiste poco el jefe de gabinete. Muchas veces por incompatibilidad de agendas. Con Marcos Peñas y con Capitanich, se ve una anomalía, ya que asistieron más de lo normal. Después es común que vayan una vez cada tres o cuatro meses. Manzur aún no fue, pero recién asumió en septiembre y es lógico que necesite tiempo para presentarse en el Congreso”, explicó Domínguez.

Expectativas 2022

Teniendo en cuenta como quedó la configuración de fuerzas a partir de las elecciones del año pasado, “ningún bloque tiene mayoría propia en ambas cámaras. Esto aumenta los costos de negociación y es difícil lograr sesionar. En diciembre, la oposición demostró su articulación y planteó una situación clave que tiene que ver con observar el reglamento a rajatabla”, finalizó Domínguez. Por esta razón se espera que este año las negociaciones sean más costosas.