La Laguna Mar Chiquita o Mar de Ansenuza está cada vez más cerca de convertirse en parque nacional. El proyecto ya es debatido en las comisiones de Legislación General, en la de Presupuesto, y en la de Ambiente Humano del Congreso de la Nación. Desde organizaciones civiles piden agilizar los tiempos por la importancia que genera la creación de una nueva área natural protegida y el ordenamiento territorial de la zona.

El Mar de Ansenuza es el mayor lago salado de Sudamérica y el quinto del mundo. Es un sitio clave para la conservación de la biodiversidad a nivel global. 

Con una superficie de más de 600.000 hectáreas, la Laguna de Mar Chiquita está ubicada en el noreste de la provincia de Córdoba. Es el mayor lago salado de Sudamérica y el quinto en el mundo. Está considerado un sitio clave para la conservación de la biodiversidad a nivel global, por lo que forma parte de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras, es Área Importante para la Conservación de las Aves y ha sido declarado Humedal de Importancia Internacional por la Convención Ramsar e incluido en la red de Lagos Vivientes.

En agosto del año pasado, la Legislatura de Córdoba aprobó de forma unánime una ley para que se cedan las tierras y que el Estado Nacional se haga cargo del dominio y la jurisdicción ambiental sobre un sector de los Bañados de Río Dulce y Laguna Mar Chiquita o Mar de Ansenuza para la creación del Parque y la Reserva Nacional Ansenuza. Nueve meses después, desde diversos sectores reclaman que se aceleren los tiempos de debate en el Congreso Nacional, sobre todo porque la rápida sanción propiciará la colaboración y el apoyo de organizaciones filantrópicas internacionales.

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Del Instagram de avesargentinas

Tiempo que vale oro

La Fundación Wyss, una ONG estadounidense, se comprometió a aportar US$5.8 millones en caso de que se concrete la creación del Parque antes del 25 de agosto. 

Las organizaciones no gubernamentales Aves Argentinas y Natura Internacional vienen trabajando junto a la Fundación Wyss, una ONG estadounidense que se comprometió a aportar US$5.8 millones en caso de que se concrete la creación del Parque. "Tenemos una fecha de vencimiento que es un año después de la sanción de la primera ley, es decir, la que se aprobó el 25 de agosto del año pasado y por la cual la Provincia le cede el área a Nación. Si en tres meses no se aprueba la ley, corremos riesgo de perder los fondos", explicó a El Auditor.info la bióloga María Laura Josens, coordinadora territorial del programa Tierras Córdoba de la ONG Aves Argentinas. 

Entre las distintas organizaciones elaboraron un documento que le entregaron a los representantes del Congreso con el fin de que conozcan la relevancia de la zona y lo urgente de su tratamiento. "Es información y material de la importancia del parque para la conservación de los valores naturales y culturales, y todo el impulso de desarrollo regional", agregó. La especialista indicó que "lo bueno es que las tres comisiones que están tratando el proyecto lo están haciendo de manera conjunta y en simultáneo, lo que permite que sea más rápido". 

Miramar de Ansenuza es la localidad que concentra la mayor actividad turística que se realiza en la laguna.

Mientras tanto, en la localidad de Miramar de Ansenuza se están realizando mesas de trabajo para la creación del Parque. La semana pasada se realizó el primer encuentro del año en el que participaron referentes de la región, el vicegobernador de la provincia, organizaciones gubernamentales y habitantes de la zona. "En esa oportunidad se firmó también el documento que enviamos al Congreso, dejando en claro que desde todos los sectores involucrados estamos a favor de que se concrete", agregó Josens.

Pedido de comunidades indígenas y campesinas

Pobladores reclaman que se declare una zona de los bañados de Río Dulce y Mar Chiquita como área campesina para que allí puedan seguir utilizando la tierra.

Más de 300 familias viven en el área que forma parte de lo que sería el parque nacional. Su reclamo es que "se contemple y proteja la forma ancestral de habitar el territorio por parte de las comunidades campesinas e indígenas". Exigen que dentro del ordenamiento territorial declaren un Área Campesina para la Soberanía Alimentaria Bañados del Río Dulce y Mar Chiquita.

"Un Área Campesina implica reconocer un espacio de protección para los derechos campesinos donde se respete las formas de uso del territorio, los saberes ancestrales y las prácticas tradicionales de producción, los campos comunitarios, los caminos de arreo y la trashumancia", indicaron en un documento firmado por diversas organizaciones civiles y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Córdoba.

En el escrito refieren a normas nacionales e internacionales que contemplan el derecho de los pueblos indígenas y a contar con su consentimiento informado para la realización de proyectos. Entre las normas que enumeran se encuentra la ley 26.331 de protección de bosques nativos, la ley nacional 27.118 de reparación histórica de la
agricultura familiar, entre otras.