En el corazón del país, en medio de la llanura cordobesa, hay un mar mediterráneo. La laguna Mar Chiquita o Mar de Ansenuza es el quinto lago salado más grande del mundo, un enorme espejo de agua y humedal de más de 800 mil hectáreas, que está a pocos pasos de ser declarado parque nacional

La Laguna de Mar Chiquita está ubicada en el noreste de la provincia de Córdoba. Solo la laguna tiene una extensión de 600 mil hectáreas y más del doble de la salinidad de los océanos. El área también comprende los bañados del Río Dulce en la parte norte y las bocas de otros ríos en el Sur.

Desde hace varios años las organizaciones no gubernamentales Aves Argentinas y Natura Internacional vienen trabajando en el lugar e impulsando la declaración de la zona como Parque Nacional. La Fundación Wyss, una ONG estadounidense que impulsa proyectos medioambientales con la meta de alcanzar la protección del 30% del planeta para el 2030, se comprometió a aportar US$ 5.8 millones en caso de que se concrete la gestión.

Un ecosistema complejo y único en el mundo

Imagen: Lucila Castro/Natura Internacional
Imagen: Lucila Castro/Natura Internacional

La Laguna de Mar Chiquita es un ecosistema complejo que comprende ambientes diversos. Además de la enorme laguna salina, hay playas barrosas, matorrales de arbustos y cardones, bosques de tipo chaqueño y espinal, salinas, pastizales y sabanas inundables. Todas estas características crean un hábitat único para cientos de miles de aves y otros animales.

“Es tan grande la cuenca endorreica que hace que tenga muchos ambientes distintos y que su fauna y su flora sean súper diversas. Es uno de los ambientes más importantes para los flamencos en Argentina. Hay seis especies de flamencos en el mundo, tres están acá. El flamenco austral es una especie permanente y después están otras dos que son migratorias en invierno, el flamanco andino y el James”, cuenta Lucila Castro, bióloga y directora de Natura International.

En el último censo se contabilizaron más de 300 mil flamencos. En la región, además, se encuentra el 66% de todas las especies de aves migratorias del país y se concentran más de 380 especies de aves, casi el 36% de la avifauna total de Argentina. “También hay muchas aves acuáticas, aves en bosques remanentes, mamíferos como el aguará guazú, pecari. Acabamos de encontrar un ejemplar de osito lavador, un mapache sudamericano que se halló tras el estudio de huellas que veníamos realizando”, describe Castro.

Cuáles son las amenazas en la región

Las principales amenazas que registra la laguna están asociadas a la tala, la caza, el avance de la frontera agrícola y de pastoreo, la extracción de agua de los ríos, la reducción de humedales y un turismo no sustentable.

Buscamos más control en costas donde hoy se registran altos niveles de plásticos. Lo que procuramos es que haya más protección, que sea una zona con amplio movimiento turístico pero en armonía con el ambiente, con guardaparques y todo un sistema de preservación”, señala la bióloga María Laura Josens, coordinadora territorial del programa Tierras Córdoba de la ONG Aves Argentinas. 

Foto: Aves Argentinas
Foto: Aves Argentinas

Actualmente el área de la laguna de Mar Chiquita y los bañados del Río Dulce está declarada como Reserva Provincial de Uso Múltiple y Humedal de Importancia Internacional por la Convención Ramsar. Desde hace cuatro años se está trabajando para alcanzar la mayor protección a nivel nacional, la declaración del área como Parque Nacional Ansenuza.

El objetivo está cerca

En marzo de 2017 se firmó un convenio marco de cooperación entre la Nación, la provincia de Córdoba y la Administración de Parques Nacionales con el objeto de que las partes arbitren los medios necesarios para concretar la creación del Parque Nacional.

“Se trabajó muchísimo desde Natura y Aves Argentinas lo que es la base ambiental, trabajo social, trabajo con los actores involucrados (ONG locales, con municipios). Todavía nos queda mucho por hacer pero vamos lográndolo. Este año se llegó a esta instancia importante. Vino (el ministro de Ambiente de la Nación) Juan Cabandié y consideró que el área reunía todas las condiciones para que se pueda avanzar en la creación del parque”, cuenta Castro.

¿Por qué la Laguna de Mar Chiquita debería ser parque nacional?

Para que sea declarado parque nacional, la iniciativa debe ser tratada por la Legislatura de Córdoba, con autoridad para ceder la jurisdicción ambiental a Nación, y luego aprobada por el Congreso Nacional. El proyecto ya tiene el apoyo de la Administración Nacional de Parques Nacional y del Gobierno de Córdoba.

Si al menos se cumple con la aprobación de la legislatura provincial antes de fin de año, se entraría en los plazos establecidos por la Fundación Wyss para acceder a los fondos millonarios destinados a infraestructura y conservación del lugar.

Potenciar el turismo y diversificar la economía

El proyecto prevé que el área de la Laguna quede dividida en tres sectores: una parte como Reserva de Usos Múltiples, para que sea la zona turística; otra grande con protección más fuerte, que sería el parque nacional; y un sector de reserva nacional. Más allá de qué tipo y quiénes lo administren, el trabajo será coordinado y todas las acciones consultadas. 

La declaración de parque nacional garantiza la protección de los recursos naturales a perpetuidad.

“La declaración de parque nacional garantiza la protección de los recursos naturales a perpetuidad, es la figura legal más fuerte que hay en el país y además tiene toda la parte de desarrollo productivo en pos de conservación y ecoturismo donde podemos trabajar de una manera armoniosa con la naturaleza”, afirma Castro.

Hasta ahora la zona turística es solo Miramar de Asenuza y se está avanzando paulatinamente hacia la zona de Morteros que queda al este, pero falta mucho por hacer sobre todo en la zona del oeste y en el norte.

“Hay un potencial muy grande de desarrollo turístico. Y eso permitiría diversificar mucho la economía que hoy está basada en la agricultura y la ganadería. Venimos trabajando mucho con los municipios aledaños, son unos 11, para potenciar la región como destino de turismo sustentable. Se están generando circuitos, abriendo senderos, pensando en cabalgatas, kayaks, observación de aves. También que sea un destino rural, gastronómico y religioso. Después de la pandemia, entendemos que habrá muchas personas pensando en este tipo de vacaciones”, destacó Josens.  

Varios estudios también certifican que la laguna tiene propiedades curativas por poseer elementos semejantes a los de otros lagos utilizados para curaciones como el Mar Muerto o el Mar Menor en Murcia, España. En esos lugares la fangoterapia está muy desarrollada.