El proyecto de Ley de Humedales no fue incluido en el temario para las sesiones extraordinarias de febrero propuesto por el Ejecutivo. Era la última esperanza para que la iniciativa no perdiera estado parlamentario por tercera vez. Ahora deberá arrancar el circuito legislativo desde foja cero ante la creciente demanda ciudadana por una regulación que protega a los ecosistemas de agua dulce. 

La lucha por un marco legal que ordene y resguarde espacios naturales esenciales para la vida cumple más de una década. En estos años se hicieron movilizaciones en todo el país para exigir la sanción de una Ley de Humedales y que alguno de los tantos proyectos presentados por legisladores avance. Fueron más de una decena de propuestas presentadas en el Congreso que no prosperaron. Hubo sesiones informativas, reuniones de comisiones, numerosas discusiones y hasta un acuerdo para elaborar una misma iniciativa, pero tampoco bastó.

"Cajonearon la Ley de Humedales una vez más"

En noviembre de 2020, un texto unificado logró dictamen de mayoría en la Comisión de Recursos Naturales de Diputados. Así quedaban la Comisión de Minería y la de Agricultura para que la iniciativa se trate y prospere. Sin embargo, no se realizaron convocatorias para la discusión. Un año después, el proyecto cumplió su fecha de vencimiento sin ser tratado y tampoco hubo convocatoria a extraordinarias para evitar que se pierda el estado parlamentario.

“Cajonearon la Ley de Humedales una vez más”, aseguró Ana Di Pangracio, directora Ejecutiva de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). “Falta compromiso político. No hay interés de parte de los bloques para que se sancione. La Ley de Humedales formó parte de las propuestas de campaña y después terminó ganando el lobby extractivista una vez más”, señaló la ambientalista a El Auditor.info.

Ambientalistas demandan la sanción de una #LeydeHumedalesYA.

El diputado y presidente de la Comisión de Recursos Naturales que le dio dictamen a la iniciativa, Leonardo Grosso (FpV), defendió en reiteradas ocasiones el proyecto y acusó a los empresarios del agro de interceder en el avance legislativo. Por su parte, Brenda Austin, diputada con mandato cumplido (UCR) y vicepresidenta de la Comisión en ese año, sostuvo que es un tema "complejo" que requiere acuerdo y capacidad de diálogo para poder avanzar. "Lo vemos al interior del oficialismo pero también para construir una mayoría en Diputados y Senadores”, indicó.

"Faltó voluntad, no se quiso poner en agenda el tema. Durante todo 2021 no hubo convocatorias para el tratamiento del proyecto. No estuvo el dictamen listo para entrar a sesión de Diputados y quedó trabado en la Comisión de Agricultura. Se les cayó el discurso de realmente querer que haya una ley que ordene y proteja los ecosistemas que están cada vez más amenazados", agregó Austin para quien es "una deuda pendiente". 

Por qué pierde estado parlamentario

La discusión por los humedales comenzó a tomar más fuerza tras los incendios registrados en el Delta del Paraná durante 2020. El fuego expansivo hizo que se instale en la agenda la necesidad de sancionar una Ley de Humedales. El 24 de noviembre la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano firmó el dictamen de mayoría y dejó el texto listo para ser tratado en la Cámara Baja. Tanto desde el oficialismo como desde la oposición expresaron por esos días estar dispuestos a votar a favor. 

Según el reglamento, los proyectos de ley que ingresan a la Cámara de Diputados deben ser tratados en el término de dos años, considerando cada año como el período ordinario de marzo al 30 de diciembre. Puede haber una prórroga por indicación del Presidente durante diciembre que fue lo que ocurrió en 2021.

Así, el 1 de marzo de 2021 se cumplió el primer año legislativo y el mes que viene se cumplirá el segundo. Al no ser incluido en el temario para las extraordinarias, la Ley de Humedales volvió a cero. Los proyectos ambientales que sí serán tratados son la creación del Parque y Reserva Nacional Ansenuza y Bañados del Río Dulce, en Córdoba; el proyecto para el Parque y Reserva Nacional Islote Lobos, en Río Negro; y la creación del Área Marina Protegida Bentónica Agujero Azul. 

La destrucción de humedales

"La necesidad de un inventario es fundamental para saber de qué se está hablando".

Los incendios, los cambios en los usos del suelo, desarrollos mineros, agropecuarios e inmobiliarios son algunas de las razones por las que se pierden de forma acelerada gran cantidad de humedales en el mundo. Argentina adhirió en 1991 al Convenio de Ramsar, destinado a proteger 1.950 humedales en el mundo con una superficie total de 190 millones de hectáreas. Sin embargo, en el país no se realizó un marco normativo ni un inventario completo para saber cuántos son, dónde están y en qué condiciones. 

"La necesidad de un inventario es fundamental para saber de qué se está hablando. Cuál es el área a proteger y sobre todo qué características tiene para conocer su valor ecológico. Esto permitiría avanzar en un montón de aspectos como la Ley de Manejo de Fuego y elaborar estrategias que efectivamente funcionen", indicó Di Pangracio. 

En el marco del Día Mundial de los Humedales que se celebra cada 2 de febrero para concientizar sobre la importancia de su preservación, se realizarán distintas actividades y movilizaciones a cargo de organizaciones civiles. "Las presiones de los lobbies extractivistas no pueden ser más fuertes que las demandas populares. Los humedales son un bien común del pueblo. El tiempo se acaba, no hay vida posible con ecosistemas destruidos", insistieron desde FARN.