La Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP) no tiene titular desde el 1 de enero del año pasado. Tras la renuncia de Eduardo Bertoni, la Jefatura de Gabinete propuso un candidato que fue rechazado por la oposición y organizaciones civiles. Fue la única propuesta del Ejecutivo por lo que el organismo está acéfalo desde hace más de un año. 

Bertoni había sido designado como director en 2017, año de creación de la AAIP. Luego de tres años al frente, pasó a la Oficina Regional del Instituto Interamericano de Derechos Humanos para América del Sur y así anticipó el fin de su mandato que terminaba en 2022. A un mes de la renuncia, el entonces jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, propuso al abogado Gustavo Fuertes. Sin embargo, la postulación generó la objeción de la oposición y de organizaciones civiles al no considerarlo idóneo para el cargo y tampoco imparcial ya que Fuertes era asesor de la Jefatura de Gabinete. 

“No hay nombramiento porque es una decisión política".

“No hay nombramiento porque es una decisión política. Hubo un intento el año pasado, pero la sociedad civil se opuso fuertemente al candidato porque no cumplía principalmente con el requisito de idoneidad”, recordó el director Ejecutivo de Poder Ciudadano, Pablo Secchi, y aclaró que ahora “se está esperando que el Gobierno proponga otro candidato”. 

En esa línea, Noel Alonso, de Directorio Legislativo consideró que, luego de Bertoni, “la vara quedó bien alta ya que fue un buen director y reconocido internacionalmente”. En este sentido, indicó que ante la propuesta de Fuertes como reemplazante hicieron presión en contra porque consideraron que no tenía aptitudes. "El cargo es incompatible con cualquier tipo de actividad pública o privada, excepto la docencia a tiempo parcial. La actividad partidaria tampoco está permitida mientras esté en funciones, además no puede haber desempeñado cargos electivos en los cinco años posteriores a la candidatura”, detalló.

Fundación Vía Libre, presidida por Beatriz Busaniche, también manifestó su preocupación por el presente de la Agencia. “No solo es el órgano de aplicación de la Ley de Acceso de la Información, sino también de la Ley de Protección de Datos Personales, dos derechos fundamentales cuyo órgano de aplicación es una agencia que está acéfala”, señaló Busaniche. 

Desde la organización indicaron que la falta de un director del organismo genera complicaciones. “Que el organismo carezca de una dirección política no le permite la trascendencia política que tiene que tener como, por ejemplo, incidir en la planificación de normativas”, concluyó Busaniche.