La verdadera libertad: Belgrano y San Martín
La libertad, un concepto tan antiguo como la humanidad misma, ha sido el faro que ha guiado a pueblos enteros y naciones a través de los siglos, constituyendo una aspiración constante en la historia de la humanidad. En Argentina, dos figuras se destacaron gracias a su lucha por la libertad: Manuel Belgrano y José de San Martín, considerados los padres fundadores de la Nación Argentina y precursores de la independencia de medio continente.
Manuel Belgrano, un visionario y defensor de la educación, veía la libertad no solo como la independencia de la corona española, sino también como la emancipación del pensamiento, la cultura y la economía, pues creía firmemente que la verdadera libertad radica en la capacidad de una persona para pensar, aprender y crecer, en tanto veía en el desarrollo personal y social, la clave para el progreso de los pueblos.
Decidido impulsor del desarrollo económico y cultural desde su acción como secretario del Consulado, sentó las bases de una economía comprometida con los recursos naturales y la diversidad de un vasto territorio como el país que estaba pronto a alumbrar diciendo: “Fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio son los tres objetos que deben ocupar la atención y el cuidado de vuestras señorías. Nadie duda que un Estado que posea con la mayor perfección del verdadero cultivo de su terreno, en el que las artes se hallan en manos de hombres industriosos, con principios y en el que el comercio se haga con frutos y géneros suyos, es el verdadero país de la felicidad; pues en él se encontrará la verdadera riqueza, será bien poblado y tendrá los medios de subsistencia y aun otros que le servirán de pura comodidad”.
En la misma línea, José Francisco de San Martín, su hermano de causa, gobernador intendente de Cuyo y Libertador de Argentina, Chile y Perú, tenía una visión más pragmática de la libertad. Para él, era sinónimo de autodeterminación política y soberanía nacional. Su lucha no se limitó a las fronteras de Argentina, sino que se extendió a toda América Latina, convencido de que el orden y los objetivos estratégicos claros podían dar rumbo al proceso de independencia ahorrando la mayor “cantidad de sangre americana”, en tanto la guerra era inevitable para afianzar el proceso de la independencia de América.
Su preparación intelectual y su formación militar se conjugaban perfectamente en un “militar ilustrado” preparado para conducir pueblos enteros en una gran causa, con la clara visión de que terminada la guerra por la libertad, para asegurarla era necesario invertir todos los esfuerzos en la ilustración/educación convencido que “La biblioteca es destinada a la ilustración universal y más poderosa que nuestros ejércitos para sostener la independencia”. Consideraba que: “La ilustración y fomento de las letras son las llaves maestras que abren las puertas de la abundancia y hacen felices a los pueblos”, así como: “Los días de estreno de los establecimientos de ilustración – léase escuelas-, son tan luctuosos para los tiranos, como plausibles – felices- a los amantes de la libertad”
El legado de Belgrano y San Martín, sus pensamientos, principios y valores siguen siendo inmensos y sus ideas por sí solas constituyen un verdadero programa de gobierno. La inspiración por la libertad e independencia resumidas en las reconocidas frases de estos dos grandes líderes: "La vida es nada si la libertad se pierde" de Manuel Belgrano y "Seamos Libres que lo demás no importa nada" de José de San Martín, son el gran legado de convicción y compromiso vigente hasta nuestros días, no sólo por la libertad civil y la constitución de nuevos estados por la que lucharon, sino también y sobre todo por la "libertad de espíritu y de conciencia", que constituyó en el fuero íntimo la llama encendida que condujo a estos dos amigos y hermanos de causa a comprometerse hasta los huesos con el bien público, cambiar el rumbo de la historia, y el destino de todo el continente.
Hoy, en medio del turbulento proceso político, económico y social que vive Argentina, las ideas de Belgrano y San Martín son más relevantes que nunca. La libertad de pensamiento y expresión, la soberanía nacional, la autodeterminación y la educación son conceptos que resuenan en la sociedad argentina actual. Así la verdadera libertad, como la entendían Belgrano y San Martín, no es solo la ausencia de opresión, sino la presencia de oportunidades para crecer y prosperar. En este sentido, la verdadera prueba para Argentina no es solo superar sus desafíos políticos y económicos actuales, sino también garantizar que cada ciudadano tenga la oportunidad de formarse, educarse y desarrollarse plenamente y, en ese sentido, el Estado tiene un rol central e indelegable que cumplir como representante de las aspiraciones de una nación hacia un futuro común de desarrollo sostenible y prosperidad social.