La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) analizó en 2009 el programa de Asistencia Gerontológica Domiciliaria y Hospitalaria dependiente del Sistema Alternativo a la Institucionalización y, entre otras falencias, detectó que sólo se asistió a 704 personas de las 1.488 que estaban previstas. En la actualidad, desde el organismo auditado, aseguran que el panorama es mucho más alentador y lo atribuyen a una mayor difusión del programa.

Concebido en el ámbito de la Subsecretaría de la Tercera Edad desde hace 25 años, el plan otorga subsidios para la atención domiciliaria y hospitalaria de personas mayores en situación de vulnerabilidad social, los cuales se materializan a través de prestaciones en horas de asistencia gerontológica domiciliaria. Por otro lado, y entre otras cosas, se propone revertir la situación de pasividad, dependencia y aislamiento de los adultos porteños mayores de 60 años, recuperar su capacidad productiva, fortalecer el vínculo con su familia y contribuir a la reinserción del mismo a sus ámbitos naturales de participación.

A tres años de las tareas de campo de la Auditoría de la Ciudad, y a meses de la aprobación y publicación del informe a través del portal elauditor.info, gestiónpublica.info dialogó con la gerente operativa del Sistemas Alternativos a la Institucionalización, Magdalena Hernández, y con la coordinadora del programa de Atención Gerontológica  Domiciliaria y Hospitalaria, Ana María Díaz. 

Por su parte, Hernández detalló que actualmente el programa cuenta con 281 Asistentes Gerontológicos Domiciliarios (AGD) para 1.218 beneficiarios. Cada AGD trabaja con cinco adultos mayores, añadió.

Según las profesionales, el AGD visita al beneficiario entre dos y cuatro veces por semana, según la evaluación de la trabajadora social. Las tareas que se le asignan van desde el aseo, arreglo personal, preparación de alimentos, compras, orden y cuidado del habitad, hasta el acompañamiento médico y realización de trámites fuera del domicilio.

El informe de la AGCBA indicó también una falta de actualización del monto que se abona a los asistentes gerontológicos. Al respecto, la coordinadora del programa respondió que a los AGD se les abona 25 pesos por hora más viáticos y aclaró que este monto se va actualizando periódicamente. Igualmente, informó que estos trabajadores no poseen relación contractual con el gobierno de la Ciudad sino que para desarrollar su actividad deben ser monotributistas.

Hoy en día para acceder al servicio, los beneficiarios tienen que hacerlo de forma telefónica. La persona que recibe el llamado es una trabajadora social quien, tras realizar una evaluación gerontolóigica exhaustiva, se encarga de conseguir el personal acorde al perfil del solicitante. Luego de ello, el adulto mayor, un familiar responsable (si hubiese), la trabajadora social y el asistente firman el acta de consentimiento en donde se determina qué tareas debe realizar y en qué periodo de tiempo.

Del informe de la Auditoría porteña se desprende que el beneficiario es quien debe controlar el desempeño de los asistentes. Sobre este punto, Díaz respondió que siempre hay un seguimiento. Si quedara en manos del beneficiario sería un problema porque hay bastante gente con demencia, cuestionó.

Desde el organismo auditado explicaron que hay una trabajadora social que se desempeña como supervisora en cada comuna cuya función es visitar la casa de los beneficiarios ya sea en presencia o ausencia de los asistentes. Además, una vez por mes realizan reuniones con todos los AGD donde se comparten experiencias.  

Por último, Díaz y Hernández destacaron que las comunas con mayor densidad de beneficiarios son la 15 (Chacarita, Villa Crespo, La Paternal, Villa Ortúzar, Agronomía y Parque Chas), la 9 (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda), la 7 (Flores y Parque Chacabuco) y la 5 (Almagro y Boedo).