Polémica por la compra de buques a Francia
Legisladores de distintos bloques manifestaron su descontento por la adquisición, mediante un crédito internacional por 340 millones de euros, de cuatro patrulleros oceánicos tipo OPV.
El debate por el presupuesto 2019 sigue dando que hablar por el destino que se le dará al dinero y el recorte que sufren varios sectores. El Senador nacional por Chubut, Alfredo Luenzo, aseguró que el gobierno nos trae un ajuste de 475 mil millones de pesos, no destina ni un solo recurso a poner en marcha la economía Argentina y donde la partida sube, es en el pago de los intereses de la deuda con un incremento de casi 50%.
Para Luenzo todavía se deben detallar la capacidad de producción en los astilleros nacionales públicos o privados. Además recordó que en proyecto de comunicación aprobado en el recinto de la Cámara alta se requirió al Gobierno que aclare si está previsto requerir la construcción de algún buque, embarcación o artefactos flotantes a la industria naval nacional. Algo que tampoco contestaron, informó.
Argentina debe proteger el mercado que su producción agroindustrial genera. Industria y servicios logísticos son hoy parte intrínseca de un mismo objeto: el producto argentino. Carecer de este fondo para el sector resulta funcional a flotas extranjeras cuyos países subsidian a sus armadores con buques nuevos a excelentes precios. Eso, además, perjudica al Estado nacional porque termina tomando deuda en moneda extranjera para renovar la flota, explicó Luenzo.
Por su parte, Pino Solanas habló de traición por parte del Presidente Mauricio Macri, al incluir en el proyecto de ley del presupuesto nacional 2019 la adquisición en el exterior de cuatro buques patrulleros oceánicos, así como una operación de crédito público por 340 millones de euros para financiar su compra.
De esta manera el Gobierno violará la Ley Nº 27.418 de industria naval, en cuyo artículo 15 se estipula que los organismos del Estado nacional cuya actividad implique la demanda de buques, estos deberán ser construidos en el país salvo que tal requerimiento no pudiera ser cumplido por la industria nacional. Pero el Astillero Río Santiago desarrolló el diseño de un buque patrullero oceánico que costaría el 50% de los buques que se comprarían a Francia y podrían ser construidos en solo 18 meses, generando 3.600 puestos de trabajo, remarcó Solanas.
Nuevamente como en los noventa, el Gobierno y sus amigos hacen negocios contra el país, no solo quebrantando leyes y normas nacionales, sino también atentando abiertamente contra nuestra industria y los intereses nacionales, concluyó el Senador.