La Oficina Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) lleva adelante un programa para ayudar a las personas encarceladas por el gobierno federal a obtener documentos de identificación antes de su liberación. Estos incluyen tarjetas de seguro social, actas de nacimiento e identificaciones con foto emitidas por el estado (por ejemplo, una licencia de conducir). 

Solamente en 2020 hubo casi 550 mil personas liberadas de prisiones federales y estatales. Estos ciudadanos enfrentan desafíos para volver a ingresar a la sociedad, como obtener vivienda y empleo que pueden requerir documentos de identificación. La Oficina Federal de Prisiones es responsable de alrededor de 140 mil personas encarceladas por el gobierno federal.

Contribuir a la reinserción

Los funcionarios de la BOP señalaron que hay una serie de desafíos a la hora de ayudar a las personas a obtener identificaciones. Por ejemplo, es posible que no puedan pagar las tarifas de un documento de identidad o que no estén interesadas en obtenerlo. 

Para resolver este problema, la Oficina Federal de Prisiones está desarrollando una nueva tarjeta de identificación federal para las personas encarceladas, que pueden canjear por una identificación con foto emitida por el estado al momento de su liberación. Desde la GAO señalaron que si bien BOP comenzó a comunicarse con los departamentos estatales de vehículos motorizados sobre esta nueva tarjeta de identificación, “no aprovechó los aportes” de otras partes interesadas, como proveedores de asistencia pública o agencias estatales de salud, que potencialmente podrían aceptar la nueva tarjeta de identificación. 

Desde la GAO encontraron que la Oficina Federal de Prisiones no recopila datos de manera eficaz, lo que impide que puedan ser usados de manera consistente.

Sobre este punto la GAO recomendó que, al desarrollar su nueva tarjeta de identificación federal, el director de BOP debe identificar a las partes interesadas clave y aprovechar su experiencia para ayudar a garantizar que la Oficina Federal de Prisiones maximice los usos potenciales de la tarjeta de identificación.

Según el informe, los datos de BOP muestran que aproximadamente la mitad de las personas liberadas entre 2018 y 2021 tenían al menos un documento de identificación en su poder cuando abandonaron las prisiones, lo que supera la meta del 45% establecida por los objetivos del organismo. 

Otra falla que encontró la GAO es que la Oficina Federal de Prisiones no recopila datos completos o consistentes sobre el estado del documento de identidad de las personas. El informe tiene un sistema de datos que incluye un campo para registrar si la persona que sale de la cárcel posee o no posee un documento. Sin embargo no requiere que todo el personal “use este campo de datos de manera consistente”, entonces termina careciendo de información completa de las personas bajo su custodia.

Sobre esto la GAO asegura que “tener una mayor comprensión podría permitir que BOP dirija mejor sus esfuerzos en la asistencia con documentos de identidad, brindando así a más personas la oportunidad de un reingreso exitoso”.

Los estados auditados

Los estados seleccionados para la auditoría (Colorado, Florida, Ohio, Minnesota, Montana y Virginia) utilizaron varios enfoques para ayudar a las personas encarceladas en las prisiones locales a obtener documentos de identidad. Por ejemplo, algunos brindan servicios de licencias móviles, tienen una oficina de vehículos motorizados integrada en un centro penitenciario o tienen personal penitenciario capacitado para procesar identificaciones con fotografía.