Según la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), los pacientes que necesitan atenderse en el Hospital de Odontología Infantil Benito Quinquela Martín deben esperar aproximadamente 53 días desde que se les asigna un turno hasta que reciben una prestación restaurativa, preventiva o una extracción.

Para solicitar un turno por primera vez, el Quinquela Martín tiene un sistema de atención telefónica que funciona sólo un día por mes. El informe de la AGCBA sostiene que este método es “ineficiente” porque la demanda sobrecarga la única línea que se pone a disposición de los pacientes. Más aún teniendo en cuenta que este mecanismo también se utiliza para el reingreso de los chicos que recibieron el alta y que, además, no se entregan turnos presenciales. Sin embargo, hacer el trámite telefónico no garantiza que la prestación se cumpla, porque los padres deben ir al Hospital tres días después con el DNI del paciente para confirmar el turno.

La Auditoría porteña detectó demoras en otras áreas del centro de salud del barrio de La Boca. Por ejemplo, para tener una primera cita en el servicio de ortopedia pueden pasar hasta siete meses desde que se consigue el turno, y entre una consulta y otra hay lapsos de 45 días. En el servicio de ortodoncia hay una lista de espera de aproximadamente dos años para atender patologías que no son severas y, en cuanto a las cirugías, llegan a tardar entre 45 y 60 días. La AGCBA argumenta que la particularidad de la odontología es que todas sus afecciones son prevenibles para afirmar que “estos tiempos de espera son excesivos”.

Por otra parte, el manejo de los desechos patológicos y líquidos peligrosos que se hace en el complejo no cumple con las normas establecidas en la materia. “La salud de los pacientes y los trabajadores del hospital está en riesgo porque los residuos patogénicos no son manipulados como corresponde”, dice el organismo de control, y puntualiza que los líquidos peligrosos “se almacenan a la intemperie en un carro que está en el patio de la planta baja”. Con esta irregularidad, el hospital no cumple con la Ley 154 que reglamenta el tratamiento previo de los residuos prescribiendo que se garantice la eliminación de su condición contaminante. La AGCBA agrega que, cuando realizó su informe, el Quinquela Martín no tenía contratada ninguna empresa que se encargue de retirar los residuos patogénicos y que había en la terraza 550 litros de líquido radiológico y mercurio almacenados en bidones etiquetados.

El informe de la AGCBA también alertó sobre el estado edilicio y del instrumental con que cuentan los profesionales del hospital. Los cuatro sillones odontológicos que están en el servicio de ortodoncia tienen más de 30 años de antigüedad y no se reclinan. Otro dato que llamó la atención de los auditores es que la sede no tiene agua caliente y que la limpieza del instrumental de cada consultorio, que es tarea de la división esterilización, se hace con agua fría. Además, “el mal estado de los revoques exteriores y la falta de pintura, provocan humedad en consultorios y salas”, afirma la Auditoría, y completa: “El subsuelo sufre inundaciones porque la caldera tiene pérdidas de agua”.

Pese a que el edificio tiene cuatro pisos, sólo están habilitados para el público los baños de la planta baja, el resto permanece cerrado con llave y para uso exclusivo del personal. El organismo de control no pudo evaluar si el funcionamiento de los ascensores de la sede era correcto, porque no encontraron las obleas de mantenimiento reglamentarias. Lo que si se pudo constatar es que el hospital no tiene un plan de contingencias y que la puerta de ingreso se abre hacia adentro, “lo que implica un importante riesgo porque es la única salida en casos de emergencia”, concluye la AGCBA.

En diciembre de 2007, surgió una polémica entre los gobiernos de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires, que pasaban sus primeros días en el poder, porque algunos funcionarios porteños manifestaron su intención de priorizar a los vecinos de Capital a la hora de entregar turnos en los hospitales públicos. La Auditoría completó su estudio afirmando que, por las falencias que presenta el Hospital Quinquela Martín, "no se realizan cirugías de alta complejidad, y que los pacientes menores de 14 años son derivados al Hospital Eva Perón, de la localidad bonaerense de San Martín".