Según un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), el Ministerio de Salud porteño no verifica el manejo de fondos para las investigaciones clínicas que se practican en el Hospital Oncológico Marie Curie. Además, sugirió la “pronta implementación de medidas correctivas” a raíz de una “sistemática ausencia” en la verificación de los saldos de las obras sociales y la “inexistencia de una política definida” para cobrar facturas atrasadas. Estas irregularidades, dice la AGCBA, incrementa los riegos de retención de fondos y omisión o manipulación de documentación referida a los pacientes que se atienden en la sede del barrio de Caballito.

Las investigaciones clínicas son financiadas por patrocinantes que, además de costear los trabajos propiamente dichos, se hacen cargo de las pólizas de seguro que cubren daños y perjuicios que puedan surgir en los ensayos médicos. Ese acuerdo económico es un requisito ineludible para la aprobación de un protocolo de investigación por parte de cualquier comité de bioética. La AGCBA detectó que el Consejo Asesor de Investigaciones, que depende de Salud “no interviene en la sistematización de los aspectos financieros de los Protocolos de Investigaciones Clínicas”.

Por otra parte, el organismo de control encontró falencias en el manejo de residuos patológicos del Curie: “El Hospital no realiza un adecuado control del traslado y almacenamiento de residuos patogénicos, no garantiza la provisión adecuada de elementos y no supervisa al personal asignado a la tarea”, concluye el informe.