Un durísimo informe de la Secretaría General de la Nación (SIGEN) advirtió que ENARSA, la compañía de capital estatal que se ocupa de cuestiones energéticas, trabaja casi sin controles e incumple varias leyes comerciales, según informa hoy Clarín.

“La actividad de la auditoría interna no puede considerarse satisfactoria”, alerta el informe, que además advierte que “no existen procedimientos que regulen compras y contrataciones, ni reglamentos para pagos y rendición de gastos en concepto de viajes”.

Esta parte del informe resulta central para analizar el caso Antonini Wilson, ya que ENARSA fue la empresa de capital estatal que alquiló el avión privado en el que llegó a la argentina el empresario venezolano con una valija cargada con 800 mil dólares que, según la justicia estadounidense, estaban destinados a la campaña de Cristina Fernández de Kirchner.

En el mismo vuelo viajaron el presidente de ENARSA, Exequiel Espinoza, y el ex funcionario Claudio Uberti, que terminó siendo separado del cargo por el escándalo del Valijagate.

El informe de la SIGEN sostiene además que cuando ENARSA compró el 25% de Citelec, la controlante de la transportadora eléctrica Transener, incumplió la ley de sociedades comerciales ya que, sin llamar a una asamblea de accionistas, tomó deuda por un monto mayor a la mitad de su propio capital.

La operación de compra se realizó en el 2007, con un préstamo del banco ABN AMRO BANK. ENARSA se endeudó por 27 millones de dólares pese a que no hay “demostración de la capacidad de pago del préstamo” ni evidencia de que se hayan comparado las condiciones del mismo con otras disponibles en el mercado en ese momento.

La empresa privada Price Waterhouse Coopers reemplazó a la Auditoría General de la Nación (AGN) en la realización de controles de la operación de compra ya que, según ENARSA, cobraba menos.