La Argentina y El Salvador son los países americanos que destinan menos presupuesto al control de los actos de gobierno. Lo dijo el sindicalista de los controladores, Hugo Quintana, titular de la Asociación de Personal de Organismos del Control APOC, ente que nuclea al personal de 41 organismos de control de la Argentina. |
Quintana explicó a la agencia « Noticias Argentinas» que «la Auditoría General de la Nación, comparada con México y Brasil, tiene 10 por ciento de los recursos que esos países disponen, porque la política todavía no comprendió que el control no es oposición».
«Ahora queremos poner en la agenda política el tema del control», dijo Quintana al finalizar el Tercer Congreso Nacional de APOC realizado este fin de semana en la ciudad cordobesa de Huerta Grande. El dirigente denunció que en la actualidad los organismos de control son para los políticos como «botines de guerra, porque tienen buenos salarios». Dos casos emblemáticos marcan la etapa de oscuridad por la que pasan los organismos del control: son las muertes -que podrían haberse evitado- de 194 personas a raíz del incendio del boliche República de Cromañón y el tema del Riachuelo.
«Yo vi el informe en el que la Auditoría y la Defensoría General de la Ciudad de Buenos Aires advertían dos años antes que si no se cambia el sistema de seguridad en los boliches, podía terminar en un desastre, y qué hizo la política: lo tiró», dijo Quintana a la agencia «NA».
«El Riachuelo, en cambio, es el caso paradigmático de la falta de control», aseguró el titular de APOC, ex funcionario de la Auditoría General de la Nación. En la reunión de Córdoba, al igual que Quintana, los secretarios generales del gremio lamentaron la «indiferencia de los funcionarios políticos hacia los organismos de control representados por las Auditorías Generales de la Nación, los Tribunales de Cuentas, la Sindicatura General de la Nación, los Entes Regulares y las Contadurías Generales de provincias.
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